Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Sotomayor celebra récord junto a su gente

La hazaña deportiva continúa asombrando a especialistas y atletas, pues se ha convertido en uno de los récords longevos del atletismo mundial

Autor:

Hugo García

LIMONAR. Matanzas,— El récord mundial en salto de altura sigue imbatible. Es una quimera solo para los soñadores. Este lunes caminó por las mismas calles que lo acogieron de niño, conversó con viejas amistades y se sintió feliz de que el pueblo lo quiera y viceversa.

En el Campeonato del Mundo Junior de 1986, celebrado en Atenas, con un salto de 2.36 m Javier Sotomayor Sanabria obtuvo la medalla de oro y el récord mundial de la categoría. 

En 1988 batió el récord del mundo absoluto al aire libre, con 2.43 m, durante una reunión atlética efectuada en la ciudad española de Salamanca. También logró esa temporada fijar una nueva plusmarca mundial al aire libre, tras saltar 2.44 m en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Puerto Rico, en julio de 1989.

El mismo año impuso el 2.43 m en pista cubierta, en Budapest.

Pero el tope de 2.45 m llegó el 27 de julio de 1993, precisamente en la ciudad española de Salamanca, suceso que llamó la atención de muchos especialistas en temas deportivos, quienes consideraban la hazaña como algo insólito y difícil de igualar. Y así ha sido por 30 años.

Javier Sotomayor celebró los 30 años de su récord mundial en salto de altura en su pueblo natal, Limonar. Fotos: Gobierno y museo municipal de Limonar.

Volver a Limonar, donde nació, siempre lo llena de emociones. Allí está la casa natal, la escuela primaria, las calles por donde corría, los parques, el cine…, muchos amigos. Está cómodo en ese sitio.

Sotomayor nació en Limonar el 13 de octubre de 1967. Ahora con 55 años de edad, el rey del salto alto llegó de nuevo a su castillo: muchos se toman fotos con él, otros le piden autógrafos, habla con todos, sonríe y accede a conversar brevemente con este diario.

«Me siento muy bien de llegar a estas tres décadas como recordista de la disciplina y también orgulloso de poder celebrarlo en mi tierra natal, donde di mis primeros pasos en ese deporte. Estoy feliz de todo lo que se hace en Limonar, con la reinauguración de la sala de deporte en el museo municipal, donde hay varios objetos vinculados a mi trayectoria deportiva, además de la maratón Carrera emblemática Javier Sotomayor y otras actividades que se han desarrollado durante todo este 24 de julio».

-¿Por qué no lo celebraste en Salamanca, tratándose de un aniversario cerrado?

- Si lo hubiese celebrado en Salamanca, lo hubiera hecho junto a alguno de mis hijos, quizás otra persona y yo, pero no junto a mi gente.

- ¿A quién le dedicaste tu récord hace 30 años?

- A todos los que tuvieron que ver con ese récord. Antes que todo a mi familia, a mis compañeros y entrenadores, a todo el pueblo que tanto quise y tanto me admiró. Hoy se lo dedico a esas mismas personas.

- Afirmas con frecuencia que todos los récords están para romperse y que algún día el 2.45 será roto. ¿Consideras que está cerca esa posibilidad?

- Las posibilidades reales de que alguien rompa mi récord siempre existen. Cuándo y quién, eso no lo sé, pero convencido estoy de que algún día sucederá. Lo más difícil fue saltar 2.33 m con apenas 16 años, el récord mundial cadete que logré en 1984, en La Habana. 

Hace tres años le preguntamos a Sotomayor si el hecho de romper la barrera sicológica de los dos metros fue el preludio del posterior campeón, a lo que respondió que el primer salto que de verdad disfrutó como tal fue el 1.85 m, porque tenía en su cabeza que comenzaría a ser saltador a partir de pasar por encima de su estatura. «Con 13 años superé esa cifra, fui campeón nacional y me sentí un verdadero saltador. Por supuesto que los dos metros me dieron la posibilidad de entrar a la preselección nacional juvenil y empecé a subir la varilla mes tras mes. Con 14 años salté esos dos metros. Mejoré cuantitativa y cualitativamente y en un año y siete meses subí a 2,33. Eso fue cuando vine para La Habana en 1982, con ejercicios de acrobacia que me pusieron mis entrenadores, la ayuda del sicólogo y mi colaboración, que siempre dije que sí podía. Con apenas 16 años saltaba 2,33 y el récord de 2,43 lo logré con 20 años. Fue esperado, porque habíamos trabajado para eso. Aunque seguro no hay nada en la vida, sí tenía mucha fe y confianza en que podía lograrlo».

En otra conversación con Sotomayor en 2017, nos dijo que si de algo se sentía inconforme era de no haber saltado 2.47. Sotomayor obtuvo la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, y la de plata en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000. Además, fue multicampeón en mundiales de atletismo y en Copas del Mundo, ganador de varios Juegos Panamericanos y Juegos Centroamericanos y del Caribe.

 

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.