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SANTIAGO DE CHILE, julio 10. — El canciller de Chile, Heraldo Muñoz, propuso sorpresivamente restablecer relaciones diplomáticas plenas con Bolivia, mantenidas únicamente a nivel consular desde 1978, ante la falta de una solución a la demanda marítima boliviana.
«Chile está disponible para restablecer relaciones diplomáticas de inmediato, si hay voluntad política», dijo el jefe de la diplomacia chilena, en una sorpresiva declaración lanzada durante una entrevista con radio Cooperativa este viernes, reportó AFP.
Los dos países han mantenido una áspera relación luego que Bolivia perdió sus costas marítimas en una guerra que la enfrentó a Chile a fines del siglo XIX.
Las relaciones diplomáticas fueron interrumpidas en 1964 por el presidente boliviano Víctor Paz Estensoro, ante la falta de una solución a la aspiración marítima boliviana.
Las relaciones fueron restituidas en 1975, pero nuevamente cortadas en 1978, debido al fracaso de una negociación para resolver el diferendo entre los dictadores Hugo Banzer (Bolivia) y Augusto Pinochet (Chile).
Desde entonces, las relaciones se han mantenido a nivel consular, mayormente tirantes, hasta que en el 2013 Bolivia decidió demandar a Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) para obligarlo a negociar una salida soberana al mar.
«Siempre hemos estado disponibles, pero lo quiero recordar, porque fue Bolivia quien rompió relaciones diplomáticas», dijo Muñoz al desestimar que esta propuesta vaya a ser formalizada a Bolivia.
Tras la entrevista, Muñoz explicó que su propuesta «no era formal» y sólo reiteraba la disponibilidad de diálogo de su país para resolver sus diferencias con Bolivia, lo cual fue refrendado por la presidenta Michelle Bachelet.
El planteamiento de Muñoz se produjo luego de que el papa Francisco hiciera el miércoles un llamado al diálogo entre Bolivia y Chile para lograr soluciones «compartidas, razonables, equitativas y duraderas» a sus diferencias, durante su visita a La Paz, pese a que antes de su llegada, desde el Vaticano había manifestado que no iba a tocar el tema.
Dichas declaraciones fueron vistas en Bolivia como un apoyo a su causa por lograr una salida soberana al mar, mientras que para Chile, fueron un llamado al diálogo en el que Francisco no tomó partido.
