Una señal bilingüe de que se aceptan cupones de alimentos Autor: Getty Images Publicado: 10/11/2025 | 02:53 pm
A Donald Trump, a quien le gusta ser el primero en todo, no le hacía mucha gracia el record que implantó la pasada semana, el cierre de gobierno más largo en la historia de Estados Unidos: 40 días exactos, que se unió a importantes derrotas de sus candidatos republicanos en elecciones como las de la ciudad de Nueva York y los estados de Virginia y Nueva Jersey. Parecía como si el derrumbe del ala Este de la Casa Blanca, que ordenó para construir un gran y hermoso salón de baile, fuera la imagen de todo un país o al menos de su gobierno…
Sin embargo, una vez más salió a flote aunque los ciudadanos y residentes, especialmente los más vulnerables —es decir aquellos a los que la fortuna les ha virado siempre las espaldas, de manera que el suyo no es «el sueño americano», sino la pesadilla—, paguen las consecuencias de las políticas de una nación que solo mira para los más ricos.
En primer lugar pudiéramos mencionar a 42 millones de personas que no estaban recibiendo sus cupones de alimentos, la ayuda federal que responde a las siglas de SNAP; luego cientos de miles de trabajadores federales a los que no les ha pagado salarios durante ese impasse e incluso no pocos de ellos viven la incertidumbre de no ser nuevamente recontratados cuando se vuelva a la «normalidad»; y ahora, tras la decisión de ocho senadores demócratas de unirse a las fuerzas republicanas para detener el cierre gubernamental, los sufrimientos que esperan a varios millones que no tendrán protección para su salud.
A mediado de semana, Trump reconoció que parte de la derrota electoral sufrida por los republicanos tenía que ver con el rechazo de la población al cierre gubernamental, aunque desconociera la sustancia mayor, diez meses de gobierno autoritario en la se fue a la guerra comercial con casi todo el mundo con «tarifas recíprocas», creó un caos mundial, y puso a la economía estadounidense en estado de inflación real que el común paga en las cuentas de sus necesidades básicas, entre medidas a lo interno que han polarizado como nunca la sociedad estadounidense.
Pese a tales problemas, Trump conminó, en un desayuno en la Casa Blanca, a los senadores republicanos: «Debemos reabrir el gobierno pronto», «es hora de que los republicanos hagan lo que tienen que hacer, y eso es terminar con el filibusterismo» o táctica dilatorias empleadas por los demócratas para obstruir la aprobación. Mientras tanto, retenía ilegalmente los fondos del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria SNAP de decenas de millones de estadounidenses, incluidos millones de niños, a pesar de fallos judiciales que le ordenaban liberar esos dineros, utilizando el hambre de 42 millones de personas como arma de presión.
El mandatario mantuvo firme las negociaciones con los demócratas sobre los subsidio médicos, logrando finalmente quebrar a ocho demócratas moderados —unos cuantos de ellos a pocos meses de jubilarse—, que le permitieron alcanzar los 60 votos necesarios frente a 40 en contra, el domingo en la noche, luego de 14 votaciones negativas a la apertura gubernamental.
«Los demócratas están listos para reunirse con usted cara a cara, en cualquier momento y lugar», escribieron antes a Trump el senador Chuck Schumer y el representante Hakeem Jeffries, los líderes de la minoría; sin embargo, ya todo quedó «resuelto» al pasarle por encima al punto muerto, y encarrilar los acuerdos que deben ahora ser respaldados no solo por el Senado, sino también por la Cámara de Representantes.
Para algunos congresistas demócratas, sobre todo del ala del progresismo, y analistas de medios alternativos estadounidenses, el voto afirmativo de los ocho legisladores ha sido considerado no un «compromiso», sino una «capitulación».
El paquete final del presupuesto acordado, presentado como ley «grande y hermosa» por Trump a comienzos de esta segunda estancia en la Casa Blanca, financiaría al gobierno hasta el 30 de enero y a algunas agencias clave durante el resto del año fiscal 2026, lo que mantiene la posibilidad de que si el gobierno cerrara nuevamente en los próximos meses, se seguiría financiando la asistencia alimentaria federal clave conocida como SNAP, dijo CNN en una explicación del asunto.
Bernie Sanders, en un artículo que publicó en el diario londinense The Guardian, había advertido el pasado 3 de noviembre sobre lo que significará la decisión aprobada en el Senado: en primer lugar «…aumentar las primas de atención médica para más de 20 millones de estadounidenses, duplicándolas y, en algunos casos, triplicándolas o cuadriplicándolas. La gente no puede permitírselo cuando ya estamos pagando los precios más altos del mundo por la atención médica. En segundo lugar, allana el camino para que 15 millones de personas queden excluidas de Medicaid y de la Ley de Atención Médica Asequible», citando una estadística que indica que «más de 50 000 personas mueren innecesariamente cada año» debido a la falta de una cobertura sanitaria adecuada.
El análisis del senador independiente fue claro en las motivaciones de Trump y su séquito: «Todo eso se hizo para otorgar un billón de dólares en exenciones fiscales al 1% más rico», y agregó: «Este es un hombre que amenaza con arrestar y encarcelar a sus oponentes políticos, despliega el ejército estadounidense en ciudades demócratas y permite que agentes enmascarados del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas recojan a personas de las calles y las arrojen a camionetas sin el debido proceso».
Sanders también escribió: «Ha demandado a prácticamente todos los medios de comunicación importantes porque no tolera las críticas, ha extorsionado fondos a bufetes de abogados y está reteniendo fondos federales de los estados que votaron en su contra». Si los demócratas capitulan, alertó, Trump «utilizará su victoria para acelerar su movimiento hacia el autoritarismo». «En un momento en el que ya no respeta nuestro sistema democrático de controles y equilibrios, se sentirá alentado a continuar diezmando los programas que protegen a las personas mayores, a los niños, a los enfermos y a los pobres, al tiempo que otorga más exenciones fiscales y otros beneficios a sus compañeros oligarcas».
Tiene toda la razón Bernie Sanders. Trump se ha anotado otro tanto…
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