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La Asamblea de los Pueblos por la Soberanía y la Paz de Nuestra América es una respuesta global frente a la amenaza imperial que se cierne sobre nuestras naciones. Autor: Telesur Publicado: 09/12/2025 | 11:26 pm
CARACAS, Venezuela.— A coro entre miles, como un cántico de paz colectivo que resuena en todo un continente, se escuchó este martes una verdad indiscutible, tan auténtica como los resortes históricos que cubren a esta ciudad: Venezuela no es una amenaza para nadie, ni lo será jamás mientras la Revolución Bolivariana continúe conduciendo una unión cívico-militar que solo vela por la plena soberanía e independencia.
Por eso, a la solidaridad internacional le corresponde por estos días estar en la tierra de Chávez, junto al pueblo digno que conduce, frente a las más duras amenazas del imperio, el presidente Nicolás Maduro Moros.
Cuando los amplificadores de la guerra apuntan en el mar Caribe directamente a la paz, y muy a pesar de que esos mismos delirantes pretendieron amedrentar las voluntades con el anuncio arbitrario del cierre del espacio aéreo venezolano en días recientes, no pudieron impedir que hasta esta tierra llegaran más de 500 delegados de medio centenar de naciones para participar en la Asamblea de los Pueblos por la Soberanía y la Paz de Nuestra América.
SOMOS GENTES DE PAZ
En el Salón Venezuela del Círculo Militar de los Próceres, a pocos metros de donde fueran realizadas las honras fúnebres del eterno Comandante Hugo Chávez Frías, el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, insistió durante la inauguración del evento; que encuentros como este deben ser para la construcción de una verdadera red libertaria, y edificar así nuevas estructuras que sirvan a los pueblos libres y soberanos para enfrentar cualquier tipo de agresión.
La consecuencia principal de lo que ha desplegado Estados Unidos, con el 22 por ciento de su fuerza naval en el Caribe, es que respiran por la herida, denunció Rodríguez, porque esta no es una agresión de cuatro meses: han recurrido a todo tipo de mecanismos y agresiones, como asedio económico y bloqueo brutal, para aislar a la tierra venezolana. Incluso en una nueva forma de lawfare, pues emplean las instituciones multilaterales contra los pueblos soberanos, y desde esas instituciones se ha atacado al pueblo y Gobierno de Venezuela.
La agresión multifactorial ha costado dolor a nuestro pueblo, abundó Rodríguez. El acelerado proceso de recuperación del estado de bienestar que inició Chávez y mantiene Maduro, ha recibido 962 sanciones unilaterales de los mecanismos de poder estadounidenses y europeos, detalló.
A pesar de todo eso, acentuó más adelante, pueden preguntar a cualquier habitante de este pueblo irredento cómo se siente, cómo ve su futuro y cómo ve a Venezuela, y la mayoría dirá me siento bien, me siento alegre, y Venezuela vencerá. No pudieron con nosotros, ni podrán, aseguró.
El Presidente del Parlamento venezolano disertó también sobre la hipocresía yanqui, que proclama luchar contra el narcotráfico, cuando este flagelo es un problema de salud que debe ser atendido desde todos los frentes, y en cambio la administración Trump ha recortado en Estados Unidos todos los recursos destinados al tema.
Ahora emplean narrativas extravagantes, prosiguió, como la de la lucha contra las drogas en el Caribe, tal y como hicieron desde el Maine hasta Irak, para desatar guerras, y ese es su objetivo contra Venezuela.
En ese sentido, dijo, Trump es el corolario de la Doctrina Monroe, que se opone al bolivarianismo. Por eso da esperanzas un encuentro como este, para enfrentar a los imperios fascistas, y cuando aparezcan con sus amenazas nos encuentren unidos, firmes e integrados.
Denunció que de 2006 a 2016 la venta de drogas en Estados Unidos alcanzó 1,6 billones de dólares, un dinero que fue lavado en esa misma nación y engorda las arcas de los supremacistas blancos.
En Venezuela, aseguró, somos gentes de paz. Por iniciativa del presidente Maduro se creó una comisión para que todos pudiéramos ser escuchados en esta lucha por la paz, pero no la paz de los arrodillados ni de los sumisos. Nosotros amamos la paz de los pueblos soberanos.
UNA ASAMBLEA DE PUEBLOS
Esta asamblea es una iniciativa que viene impulsada, justamente, por los pueblos, destacó luego el canciller venezolano Yván Gil. Al referirse a la amenaza estadounidense en las costas del mar Caribe, aseveró que esa acción constituye una agresión a toda la América, declarada desde hace una década como zona de paz.
Han intentado materializar contra Venezuela, además, una guerra sicológica despiadada, pero «ustedes han visto que la ciudad está en perfecta tranquilidad, y que en nuestras calles se respira alegría en las últimas semanas del año».
El poderío yanqui quiso, y todavía hoy amenaza con desatar bombas sobre nosotros, sin embargo, «los venezolanos nunca se dejaron confundir y nos hemos enfrentado con firmeza a esas amenazas», expresó.
Pretenden revivir en pleno siglo XXI la Doctrina Monroe, dijo, pero parece que no se han percatado que en Venezuela existe una sola doctrina: la bolivariana.
Por eso esta asamblea debe constituirse como un brazo sólido para la integración, el apoyo y el combate de las ideas, justo cuando se violan principios éticos y normas elementales del derecho internacional.
Aquí hay un pueblo indómito, y también otros en el mundo que se niegan a ser dominados por un poder colonialista, déspota y capitalista, expresó. Nosotros, los pueblos que luchamos de forma permanente, ya superamos al imperio con nuestra resistencia, sentenció.
En nombre de Cuba, el destacado intelectual y presidente de la Casa de las Américas, Abel Prieto Jiménez, detalló a los delegados cómo el pueblo cubano ha apoyado a los hermanos venezolanos frente la escalada militar estadounidense. «La Isla de Fidel y Raúl se ha mantenido en las calles y ha plasmado su firma en respaldo a la Revolución Bolivariana», agregó.
Aquí no he visto que nadie sienta miedo, expresó, sino todo lo contrario, hay mucha disposición y alegría, incluso, para dar el paso al frente en materia de defensa. Con esa voluntad hemos visto a muchos jóvenes, comentó.
Se refirió a los lazos de hermandad que sostienen a Cuba y Venezuela, una solidaridad mutua e histórica. Recordó cómo en días recientes ha llegado ayuda desde la Patria de Bolívar y Chávez hasta nuestro país tras el paso del huracán Melissa por los territorios orientales.
Son tiempos complejos para la Revolución Cubana, aseguró, «pero aun así nuestro país siempre estará dispuesto a ayudar y defender a nuestra hermana nación».
El imperio ha intentado de forma infructuosa dividirnos, dijo. La mentira es un arma mezquina que los odiadores usan para desunirnos. «Lo que no saben ellos es que nuestra hermandad nació de dos gigantes: Chávez y Fidel, y contra ese legado todas las falacias que disparan solo pueden estrellarse y desvanecerse».
