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Las voces de condena al respaldo financiero, militar y diplomático de Estados Unidos al Gobierno de Netanyahu se han alzado al interior del propio Congreso de Washington. Autor: Le Monde Publicado: 14/03/2024 | 10:47 pm
BENJAMÍN Netanyahu ha caído en desgracia, su permanencia al frente del Gobierno israelí se acorta cada nuevo día de masacres en toda Gaza, con el saldo de palestinos muertos y heridos, que lejos de acercar su victoria parece sepultarlo sin remedio.
En primer lugar a la vista de su principal aliado, el presidente de Estados Unidos, Joseph Biden, quien hace pública su impaciencia y marca distancias. La Casa Blanca mantiene su apoyo al Estado sionista, pero como en un matrimonio mal llevado, la ruptura parece inminente, inevitable.
Los chismes, filtraciones y comentarios de la prensa en Israel y Estados Unidos desnudan la derrota del viejo halcón, herido de muerte desde el ataque por sorpresa del 7 de octubre pasado, cuando Hamás rompió barreras de seguridad del campo de concentración a cielo abierto de Gaza.
Los ataques aéreos israelíes contra la sitiada Franja costera prosiguen cuando se cumplieron ya 160 días. Hasta el jueves 31 341 palestinos han muerto y 73 134 resultaron heridos o mutilados en el actual genocidio, en el que más de dos terceras partes de las víctimas son niños y mujeres.
Sin embargo, los más de 350 000 soldados movilizados por Israel no han conseguido liquidar a Hamás y su liderazgo, ni recuperar a los prisioneros
israelíes capturados por la Resistencia con la intención de canjearlos por los miles de presos palestinos encarcelados por su oposición y combate a la ocupación militar y el despojo de tierras, viviendas y la propia libertad.
«La nueva guerra de Gaza es entre Biden y Netanyahu», destacó en su principal titular de primera plana, el pasado miércoles, el influyente diario israelí Haaretz.
La masacre del pueblo palestino ha sido denunciada hasta por los aliados de Israel y de sus cómplices estadounidenses. Foto: The Daily Beast
A primera vista pudiera parecer una burla, hasta resultar risible, pero el asunto va en serio. «La opinión generalizada es que el deterioro de la relación entre Bibi (apodo de Netanyahu) y Biden es un mal acontecimiento para ambos líderes», afirma la analista Allison Kaplan Sommer, firmante del comentario.
En los últimos días, Biden atacó al Primer Ministro por su falta de voluntad para aumentar drásticamente la cantidad de ayuda humanitaria que ingresa a Gaza y cuestionó la continuación de la guerra. Dijo que Netanyahu está «dañando a Israel más que ayudándolo».
Ha cambiado el tibio reclamo de «una pausa humanitaria» en los combates por «un alto el fuego», pero sin implicar «el cese definitivo de la agresión, el fin de la ocupación y la apertura de un proceso de reconstrucción de Gaza y sus instituciones» como reclama Hamás.
Biden también expresó su oposición a una ofensiva contra la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, a menos que Netanyahu presente un plan creíble de evacuación de la población civil, que evite una matanza aún mayor que la registrada hasta ahora.
Haaretz pone en claro los motivos de Biden. Al respecto destaca que «las encuestas muestran que un número cada vez mayor de estadounidenses cree que Israel ha ido demasiado lejos y es necesario controlarlo. Culpar personalmente a Netanyahu es una solución conveniente al dilema de Biden y, por lo tanto, es un tema emergente: él apoya a Israel; no apoya ni confía en Bibi».
El trasfondo de las divergencias de Biden con su antiguo aliado es mucho más serio, según reveló la CNN hace pocos días. La comunidad de inteligencia estadounidense considera que la «viabilidad como líder» del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, está «en peligro», según su Informe anual sobre las amenazas a la seguridad nacional a las que se enfrenta Estados Unidos, presentado el pasado lunes ante el Congreso.
«La desconfianza en la capacidad de Netanyahu para gobernar se ha profundizado y ampliado en la opinión pública desde sus ya altos niveles de antes de la guerra, y esperamos grandes protestas exigiendo su dimisión y nuevas elecciones», dice el informe. «Un Gobierno diferente, más moderado, es una posibilidad».
La huida forzada de cientos de miles de ciudadanos al sur de la Franja de Gaza ha deteriorado la situación humanitaria del pueblo palestino. Foto: France 24
Los sondeos públicos sugieren también que muchos israelíes se preguntan si la aplastante ofensiva militar de Netanyahu, que ha arrasado Gaza y matado a decenas de miles de personas, es la mejor forma de recuperar a los rehenes.
El informe advierte que Israel tendrá dificultades para derrotar militarmente a Hamás. «Es probable que Israel se enfrente a una resistencia armada persistente por parte de Hamás durante años, y los militares tendrán dificultades para neutralizar la infraestructura subterránea de Hamás, que permite a los insurgentes esconderse, recuperar fuerzas y sorprender a las fuerzas israelíes».
Más aún, para analistas de la región resulta claro que la agresiva campaña de bombardeos de Israel servirá de inspiración a las futuras generaciones para renovar su lucha por la liberación de Palestina.
