Muchos pequeños de la calle terminan en situaciones m...
La segunda vez, fui...
Con las frías temperaturas que reinan desde hace varios días en todo el territorio de Estados Unidos, muchos serán los que sigan, al menos en esta ocasión, a jefe de la Casa Blanca, y vayan también a la cama, para solo enterarse este viernes de qué pasó la noche anterior en las asambleas de Iowa, todo un rito en la lidia presidencial del imperio que realmente nada decide, como no sea una buena dosis de titulares de prensa para los dos contendientes que se lleven las palmas.
Rememorar el aniversario 280 de la Universidad de La Habana obliga a comprometernos con el propósito de investigar, estudiar y promover las raíces de nuestra identidad nacional en su larga historia desde los tiempos de gestación, en los finales del siglo XVIII hasta nuestros días, y estimular de esta forma la fortaleza de su presente y la esperanza redentora del porvenir. En ello está contenida la esencia de la cubanía.
Lo más temido ocurre siempre , decía Kafka. Mucho peor: lo más deseado también.
Contar los días hasta el 20 de enero de 2009 —en que asumirá un nuevo presidente, o presidenta, que nadie sabe el final de esa carrera—, permite conocer ...
Volvió Cuba de la Caridad como un regalo de fin de año. Sí, la insólita mujer que traje a estas páginas en noviembre de 2003, retornó para besarme ardientemente, como si el mundo fuera a agotarse. Trajo sabor a caimito en esos labios, que no cesan de dibujar confesiones e inventarios vitales.
Hay hechos sorprendentes y otros simbólicos. Y los hay en los que, curiosamente, se unen sugestión y simbolismo. El que acaba de anunciarme un colega la antesala de este 1ro. de enero es uno de ellos.
Tengo un amigo que prefiere los pinos por sobre las palmas, los picos helados a las playas y la nieve antes que el sol. Hasta el himno de los soviéticos, enterrado por la perestroika, le parece infinitamente más musical que el nuestro y si le dieran a escoger entre el ron cubano y un whisky, seguramente optaría por la bebida universal de los escoceses. De Cuba solo es fanático a los tabacos, que fuma sin tregua, aliviando los excesos con dosis frecuentes de gotas nasales que guarda invariablemente en los bolsillos delanteros de sus jeans.