Además, el pueblo cubano conoce mucho de dep...
En el aniversario 49 del triunfo de enero, es decir, cuando comienza el año 50 de la Revolución, quiero rendir homenaje a este medio siglo destacando las raíces de aquella esplendorosa victoria, y en especial las razones de su continuidad y de su vigencia hacia el futuro.
Ahora bien, hacia dónde habremos de mirar esta vez en el anual ajuste de cuentas: ¿solo hacia el pasado? ¿Y nuestra mirada será propia de conservadores o de audaces e inconformes creadores? Algunos creerán que ha sido un período feliz. Las estad...
José Martí y Máximo Gómez
Manifiesto de Montecristi
Cuando en el discur...
Bush promulgó la ley este miércoles a bordo del Air Force One, que lo llevaba a...
Se trata ahora de Diarios: 1952-2000, de Arthur M. Schlesinger, Jr., y es una edición de las m...
Los cuatro abogados del Apocalipsis
Cuatro abogados del Ejecutivo estadounidense fueron conminados esta semana por el juez de distrito Henry H. Kennedy a comparecer en audiencia. Debían responder sobre lo que conocen acerca de la destrucción de los videos de interrogatorios de la CIA hechos a dos detenidos, presentados como sospechosos de ser miembros de Al-Qaeda.
Se trata de Harriet Miers, John Bellinger, Alberto Gonzales y David Add...
¿Cuál es el motivo del júbilo? Pues que se eliminan los controles de fronteras, y los ciudadanos europeos —así como los no europeos de visita allí— no necesitan mostrar pasaporte ni poseer un visado para viajar a otros países miembros del Tratado. Ello significa libertad de movimiento entre 24 naciones, a saber, entre los 13 miembros de la antigua UE-15 (Gran Bretaña e Irlanda prefieren quedarse afuera) y los «nuevos» de 2004 (excepto Chipre): Malta, Eslovenia, Eslovaquia, Polonia, República Checa, Lituania, Estonia y Letonia. Noruega e Islandia, que no son parte de la UE, están incluidas desde 2001. Ventajoso, ¿no? Aunque el asunto tiene matices. Ya hablaremos de ellos...
«Si nuestro querido, amado y adorado presidente George W. Bush fuera mañana a comer a tu casa ¿qué le pondrías a la mesa?» Tal pregunta puso un cibernauta, en su página personal, la víspera de la pasada Navidad. La respuesta ganadora la dio una norteamericana camuflada bajo el seudónimo de «Potota»: «Posiblemente su comida preferida. Le trataría con el respeto que merece un dignatario. Mi mejor vajilla. Y decoraría toda mi sala con las fotos y las caras de los muertos en esta estúpida guerra. Las fotos de todos nuestros muchachos, destrozados y mutilados, fotos de todos los pueblos destruidos y de toda la miseria humana que provocan las guerras. Fotos y más fotos de hombres, mujeres y niños sin hogares, sin agua, sin comida, sin asistencia, a la intemperie... Si luego de ver todo esto aún le quedara lugar para el postre, estaré convencida de que esta noche abrazará a su osito de peluche y dormirá tranquilo.»
Érase un hombre docto, versado en mil temas terrenales, que gastaba los días hablando de sus pergaminos y sus glorias.