Los dos expusieron largamente sus razones para justificar la presencia ocupante en Iraq. Uno, desde el ángulo militar —el general David Petraeus—, el otro, en su aspecto político —el embajador Ryan Crocker—, dejaron a un lado lo que piensan y sienten en carne propia los iraquíes, cuando informaron este lunes, ante los comités de Asuntos Exteriores y Servicios Armados de la Cámara de Estados Unidos sobre la situación en el país árabe. Ambos describieron un panorama alejado de la realidad cotidiana, pero bueno para insuflar optimismo entre «duros» e «ingenuos» que quisieron oírles.
Unos jóvenes se cuadran y hacen el saludo nazi. Entre sus «hazañas» figura haber pintado la esvástica en la pared de una sinagoga, y más allá, en otro edificio, una frase: «Muerte a los judíos».
La vía pública se ha convertido en un martirio para muchos choferes. Poco importa el número de ruedas o el porte de sus vehículos. En realidad, lo mismo se mortifica el conductor del bicitaxi que el del auto ligero. El motorista y el ciclista blasfeman también por culpa de esta suerte de irracionalidad callejera. Se trata de una aberración que todos los días incorpora nuevos adeptos.
El próximo miércoles 12 se cumplirán nueve años desde la detención de los Cinco Héroes cubanos en septiembre de 1998. Nueve años de injusto e ilegal encierro.
«No sirven, están muy empalagosos». Esa fue la respuesta de aquel «intelectual» cuando le mostraron ciertos versos manuscritos, firmados por una poetisa conocida suya.
A propósito del debate acerca del contenido del socialismo del siglo XXI se impone como una necesidad teórica y práctica articular la tradición intelectual latinoamericana y caribeña, el ALBA, símbolo de la alianza entre Martí y Bolívar, con las ideas socialistas tal y como las interpretan Hugo Chávez y Fidel Castro.
Durante los últimos dos años, el matrimonio de este cuento ha estado tirándose las cazuelas a la cabeza, y lanzándose amenazas de divorcio. Pero no pasan de ahí. Para conservar el dominio de la casa, deben estar unidos, y así, con sus caras avinagradas, admiten convivir. Por ahora...
Un lector me dijo que mi «lúcido» artículo sobre la agricultura, se había «deslucido», en el párrafo final donde yo acepto que el problema no se resolverá privatizando la tierra estatal. Quien conoce un poco la historia de nuestro país, sabe cuánta sangre se derramó en los campos cubanos por los conflictos de propiedad, primordialmente, la geofagia latifundista.
Este lunes, 3 de septiembre, a las ocho y cuarto de la mañana, entré al aula donde mi hijo comienza su segundo grado. Antes fue el acto de inicio de curso en el patio central con un enjambre de padres. Lo primero fue izar la bandera y entonar el himno; el director presentó al claustro de profesores y al consejo de padrinos de la escuela (compuesto por representantes de las organizaciones de masas e instituciones vecinas al centro escolar) y leyó un extenso y detallado informe sobre los logros y dificultades del curso anterior, más los propósitos para estos meses venideros. Realmente estaba fuerte para que los niños prestaran atención (incluso algunos padres), no obstante, ese ejercicio de rendirnos cuentas del trabajo en ese centro es un gesto de honradez y de compromiso, tanto de ese colectivo hacia nosotros los padres, como de nosotros hacia ellos, lo cual nos implica más a todos en la esencia del fenómeno que son los pequeños estudiantes.
Vísperas del inicio del curso 2007-2008, Juventud Rebelde pulsó criterios del maestro cubano sobre nuestra magnánima educación, obra de seres humanos que se crecen sobre mil contratiempos.