Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Celos , ¿mi enfermedad?

Autor:

Mariela Rodríguez Méndez

D.C.: Llevo un matrimonio de más de 30 años. Me considero una mujer celosa. A partir de muchas infidelidades de mi esposo, fui perdiendo la confianza en él. Vivo ante la duda de un nuevo engaño a pesar de que la última vez prometió no hacerlo más. Quisiera saber si los celos son una enfermedad y qué puedo hacer para curarme. Amo a mi esposo, pero no puedo seguir con tanto sufrimiento. Tampoco logro olvidar cada traición.

Los celos ayudan a desconocer el sufrimiento que experimenta cuando siente que ya «no basta» lo que él logra decirle o darle. Es más fácil creer que el problema está en la infidelidad en lugar de responderse cuestiones como las siguientes: ¿Volverá a sentirse en el lugar que una vez creyó tener para él? ¿Podrá bastarle con ser «querida»? ¿Se curará del dolor de no sentirse tratada con la deferencia soñada? ¿Acaso podrá usted encontrar otras maneras de arreglárselas con esta relación, que no causen tanto sufrimiento?

Por lo general, los celos nos llevan a mirar allí donde no está el problema. Es posible que lo más doloroso sea reconocer que él no está dando las pruebas de amor que usted quisiera. Detrás de esos «celos» puede estar el sufrimiento por no ser tratada como en aquellos tiempos, cuando todavía confiaba en su amor.

Los celos hoy son su solución para continuar pendiente de este hombre, que algo bueno le da más allá del sufrimiento. Para curarse tendrá que diagnosticar cuál es la enfermedad de la cual ellos son solo un síntoma.

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