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Todo pasa por el maestro

Los desafíos de calidad en la educación cubana tienen su centro focal en el personal docente, sostienen participantes en el recién culminado Seminario preparatorio del próximo curso escolar

 

 

Autor:

Margarita Barrios

Mientras se trazan metas cada vez más altas en busca de superar los déficit de calidad en el sistema de Educación, sigue siendo el personal docente el centro focal de todas las miradas. Programas de superación, reordenamiento interno, creación de nuevos planes de estudio para los licenciados y el surgimiento de escuelas pedagógicas de nuevo tipo, son algunas de las medidas, junto al regreso a las escuelas de profesores de experiencia.

Amplio fue el debate en el Seminario Preparatorio para el próximo curso escolar, recientemente culminado en la capital. Mario Luis Gómez, rector de la Universidad de Ciencias Pedagógicas de Pinar del Río, significó que es necesario ponderar aún más el papel de la clase, pues ahí estará el éxito del sistema educacional.

«Hemos ganado en ese sentido, pero todavía nos falta», aseguró. «Si el profesor imparte una clase correcta la calidad está garantizada. Hay que cumplir con los objetivos de esa clase; esa es nuestra razón de ser.

«Muchas veces hablamos de fortalecer la dirección del proceso docente-educativo, pero si no mejoramos la preparación del maestro para que esté en capacidad de impartir clases superiores, no podremos hacer nada».

Celis Álvarez Oliva, directora de Educación en el municipio de Holguín, aseguró que es imprescindible no solo la preparación de los maestros, sino que los cuadros ejerzan un control estricto, para medir, recomendar, seguir los procesos y superar las deficiencias. «Tenemos que aplicar los mecanismos para evaluar los resultados del proceso».

Rafael Pacheco Álvarez, director de Educación en el municipio de Santiago de Cuba, opinó que para formar vocaciones en nuestros centros escolares hacia las carreras pedagógicas, tanto en las secundarias básicas como en los preuniversitarios, es fundamental la imagen que tengan los estudiantes de sus profesores.

«Que sean ejemplos y se conviertan en modos de actuación, que tengan un papel protagónico, de ese modo tendremos capacidad para formar buenos maestros».

Rolando Rodríguez, director de Educación en la provincia de Villa Clara, aseguró que hay que poner en el centro de la atención al maestro si se quiere lograr esa educación con más calidad.

«El proceso de transformaciones en el sector no ha estado ajeno a esa realidad —afirmó—. En Villa Clara la falta de cobertura del personal docente atentaba contra la calidad. Hemos ido trazando alternativas para tener el maestro que necesitamos, fundamentalmente en el preuniversitario.

«En este sentido nos ayudó traer esos centros hacia la ciudad, pues pudimos reordenar la red escolar y la fuerza profesoral, unido a que un grupo de maestros de amplia experiencia, que no querían laborar en los centros internos, se reincorporaron».

El director puntualizó que en ese territorio la cobertura en la enseñanza primaria es más favorable; incluso en algunos territorios tienen reserva de educadores. «Esto nos permite poner frente al aula al mejor y superar al que le falta preparación. También hemos colocado a los mejores en los grados que deciden ese nivel de enseñanza, que son segundo, cuarto y sexto».

Con relación a los centros mixtos dijo que esta modalidad les ha permitido compactar centros. «El joven estudia en el municipio donde vive, y cursa la especialidad que allí se necesita, y eso es muy positivo.

«Ahora tenemos que seguir perfeccionando el trabajo metodológico, pues coexisten dos tipos de enseñanza en una misma escuela, es decir preuniversitario y politécnico.

«Tenemos que garantizar la preparación del claustro y del Consejo de Dirección, pues las especialidades técnicas tienen sus complejidades, sobre todo en el vínculo con los organismos donde tenemos las aulas anexas, que requieren de una atención sistemática.

«Elevar la calidad de la educación que hacemos, debe ser prioridad el año lectivo que viene. Para eso se necesita tener al maestro. La estrategia debe ser colocar a los más capaces en los grados que deciden la educación, continuar superando a los que tenemos en activo y perfeccionar la formación de los estudiantes.

«Una característica de Villa Clara es que por años estuvimos utilizando estudiantes en las aulas; hoy solo tenemos 40 en el municipio de Santa Clara; todos los demás están ya titulados».

La niña de los ojos

En las escuelas formadoras de maestros ingresan alumnos que terminan el noveno grado. Se preparan con un exigente programa de estudio para ser maestros en los niveles de preescolar y primaria, y en algunos territorios también para la enseñanza especial.

El país cuenta con 18 de estos centros, y la matrícula es de más de 7 000 estudiantes. Para el próximo curso escolar deben ingresar unos 10 000, con lo cual habría estudiantes en primero y segundo años.

La selección es rigurosa, y no incluye solo los resultados académicos, sino las condiciones éticas, morales, el comportamiento en general del joven para poder moldear en él a un buen educador.

Marta Nidia Rodríguez Martínez es la directora de la Escuela Formadora de Maestros Raúl Corrales, de Ciego de Ávila, en la cual estudian 506 jóvenes. Allí se encuentran además estudiantes de los municipios de Venezuela, Baraguá y Majagua, por lo cual algunos tienen régimen interno.

«La labor educativa ha sido el eje central de nuestro esfuerzo —precisa Marta Nidia—, y elevar la calidad de la formación de estos jóvenes nuestro principal objetivo.

«El claustro trabaja para formar a un mejor maestro primario, que es clave, pues está en la base de todo el sistema educacional».

«La principal característica es que tengan vocación y sientan amor por los niños; esas son las cualidades fundamentales. Además, deben estar bien preparados docente y éticamente para formar a ese patriota que necesitamos.

«La labor de orientación profesional y de formación vocacional debe afianzarse desde los primeros niveles de enseñanza, para no perder en la secundaria lo que logramos en las primeras edades. Enaltecer la labor del docente es fundamental, porque nos va a permitir que el niño reconozca el valor del maestro.

«Nuestra sociedad tiene que tomar como punto de partida que toda familia quiere un buen profesor para su hijo; así que desear que su hijo también sea maestro no está reñido con ese anhelo».

Licenciados para la enseñanza media

Como parte de las transformaciones puestas en práctica para la formación de docentes, se introdujo un nuevo sistema para los profesores de la enseñanza media y media superior, quienes se preparan en una doble especialidad.

Rolando Forneiros, viceministro de Educación, explicó que el profesor se prepara en combinaciones de dos asignaturas: Matemática y Física; Español e Historia; Biología con Química o con Geografía, así como Educación Laboral e Informática.

«Esta transformación va dirigida a fortalecer el dominio del contenido y su metodología, lo cual se logra al prepararse en menos disciplinas, aunque está apto para impartir clases en dos niveles de educación, es decir secundaria básica y preuniversitario.

«Los nuevos planes de estudio transforman la Licenciatura en Educación de las antiguas disciplinas o direcciones de ciencias exactas, humanísticas, ciencias naturales y profesor general integral a esta nueva manera de formación en dos materias», acotó.

El Viceministro explicó que los estudiantes que ingresaron este curso escolar en primer año se están formando así, y a los que cursan segundo y tercero se les ha hecho un plan de tránsito para que se gradúen en estas nuevas carreras.

«Igualmente, los que ya estaban en cuarto y quinto años, una vez graduados dispondrán de cursos de superación para que se puedan especializar en dos materias, las cuales se corresponderán con las necesidades de los territorios y los intereses de esos estudiantes».

—¿Cuándo comenzarán a dar clases en las escuelas?

—Están a tiempo completo hasta segundo año de la carrera en las Universidades de Ciencias Pedagógicas. En algunas provincias, donde la cobertura lo permite, se quedan hasta completar el tercer año.

«Cumplido ese tiempo salen a realizar su práctica docente y se insertan en la escuela como micro-universidad. Ese es un concepto que no podemos dejar a un lado, la práctica para la formación pedagógica es fundamental. «Se prevé que, salvo excepciones, comiencen en el nivel de secundaria básica», significó.

Entre los beneficios de este sistema está, en primera instancia, fortalecer la formación de los maestros y consecuentemente elevar la calidad de la educación.

«El maestro necesita dominar con profundidad los programas de los niveles, el contenido que estos tienen y los métodos para explicarlos. Y no es lo mismo cuando podemos concentrar esa preparación en dos asignaturas solamente, que por demás tienen afinidad entre ellas».

Metas que no son consignas

Al referirse a los retos que enfrentará el Sistema Nacional de Enseñanza en el próximo curso escolar Ena Elsa Velásquez Cobiella, ministra de Educación, significó que están centrados en la elevación de la calidad y rigor del proceso docente-educativo, para formar ese ciudadano patriota que el país necesita.

Para ello, dijo, se precisa la formación con calidad y rigor de los docentes, y la superación y atención permanente a aquellos que ya están ejerciendo la profesión.

«Tenemos que fortalecer el papel de los maestros y profesores frente a sus alumnos, y que los equipos y medios audiovisuales sean un complemento de la labor educativa.

«El enaltecimiento de la condición social del maestro es fundamental», agregó.

Al referirse a las escuelas formadoras de maestros apuntó que estos deben ser centros de excelencia, de los cuales egresarán en 2014 sus primeros graduados. Igualmente en el curso escolar 2014-2015 terminarán sus estudios los primeros jóvenes que ingresaron a las universidades de Ciencias Pedagógicas para formarse como profesores de doble especialidad.

«Estos nuevos maestros repercutirán en la elevación de la calidad del proceso docente-educativo», destacó, y subrayó la importancia de que las familias cumplan con la responsabilidad que les toca en la educación de sus hijos.

Igualmente insistió en perfeccionar la formación vocacional y orientación profesional de los jóvenes como vía para garantizar la preparación de los obreros calificados y técnicos de nivel medio que demanda cada municipio del país, para lo cual es imprescindible la participación de los organismos de la producción y los servicios, de la familia y de las organizaciones políticas y de masas.

«Los cuadros debemos exigir por el orden y la disciplina que se requiere en cada nivel de dirección e institución educacional, como condición indispensable para que la sociedad reconozca a las escuelas y a los maestros como ejemplos y modelos de actuación social».

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