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La Doctora Tamara Chaos Correa, rectora de la universidad de Ciencias médicas de Camagüey, aseguró que sus estudiantes están capacitados para contribuir a la prevención de la nueva pandemia. Autor: Yahily Hernández Porto Publicado: 12/03/2020 | 08:08 pm
CAMAGÜEY.- La nueva medicina agramontina, «vitamina-B4», no es precisamente una píldora tradicional, esas que muchos persiguen porque contienen sustancias necesarias para el funcionamiento celular, el crecimiento y desarrollo de los seres humanos.
Hasta ahora se conocen 13 vitaminas esenciales, pero aunque no lo crea, en la Universidad de Ciencias Médicas Carlos J. Finlay, sita en esta legendaria ciudad, se ha creado un novedoso «complejo vitamínico» muy exitoso, bien cargado del empeño, la voluntad y el dinamismo de los estudiantes de este centro de enseñanza, aptos para afrontar el escenario de contingencia por la amenaza del COVID-19 en todo el planeta, del que Cuba no escapa.
Vivencias más allá del temor
Jóvenes universitarios de diversas especialidades -Estomatología, Tecnología de la Salud, Enfermería y Medicina-, junto a sus profesores, andan muy ocupados desde hace más de un mes, preparándose para brindar, no solo información oportuna sobre los aspectos generales de esta enfermedad, sino también para enfrentarla, controlarla, prevenirla y evaluarla en la comunidad.
Así lo contaron desde sus vivencias varios alumnos del grupo B4, quienes se sienten con una responsabilidad gigante, aunque cursan su primer año, ante la alarma que ha desatado esta pandemia.
Rosmery Medrano Rodríguez, de 19 años de edad, habla de lo que le tocó hacer cuando en horas de la noche de este miércoles se dio a conocer el reporte de casos confirmados de COVID-19 en el país:
«Esa noticia desató mucha preocupación en mi cuadra. Varios vecinos salieron espontáneamente a la calle para hablar del tema y yo no pude quedarme callada al percibir un poco de temor en el ambiente. A esa hora les di una charla que los calmó y los preparó para asumir las normas de seguridad más adecuadas en cada hogar y así minimizar los riesgos de contagio en las familia», expresó la muchacha, quien vive en la calle Ignacio Agramonte, del centro histórico agramontino.
Similar experiencia la narró el joven Fidel Alejandro Pradas: «Una vecina muy querida en casa comentó que su nieto tenía síntomas de gripe y tuve que hacerle entender con mucha persuasión la importancia de que fuera sin demoras a su consultorio o al policlínico en busca de ayuda profesional. Ella escuchó atentamente y luego me confesó que se fue más tranquila y segura para su casa».
Para Carla Pérez Flores, quien vive en la céntrica calle de Pobre, la situación actual le ha permitido sentirse una futura profesional «hecha y derecha», algo que nunca antes había experimentado en la carrera:
«He podido calmar a muchos amigos, vecinos y conocidos cuando les explico cómo comportarse en este complejo escenario. He aprendido que a el coranavirus no solo se gana tomando vitaminas u otros medicamentos, o aislándose del mundo exterior, sino también con la información correcta, que te permite actuar con inteligencia ante una situación de peligro, y ese es un valor a defender en nuestro sistema de salud cubano», aseveró
Otra joven del grupo, Jennifer González, valoró: «He tenido experiencias increíbles con los niños. Creo que esa es una población con la cual hay que seguir trabajando, por eso el B4 visitará la Ciudad Escolar, para influir con mensajes educativos y atractivos en los pioneros, parte esencial de la familia cubana».
Lo experimentado por los 27 jóvenes del grupo B4 es solo una pequeña expresión de lo que hacen hoy los futuros profesionales de la salud en las comunidades camagüeyanas.
Así lo informó el profesor Luis Acao Francois, jefe del Departamento de Salud Pública de este centro universitario: «Ya hay varios proyectos comunitarios de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) que les permiten visitar comunidades y compartir conocimientos con sus vecinos. En lo adelante, tienen además la responsabilidad de multiplicar la información científica acerca de cómo prevenir el nuevo virus no solo en sus familias y amigos, sino también en los barrios que se visiten y hasta en las redes sociales.
Recuadro: La rectora de esta prestigiosa institución de enseñanza, la Doctora Tamara Chaos Correa aseguró a JR que «la preparación en la universidad médica camagüeyana ha sido intensiva y de amplio acceso con el propósito de contener al mínimo el riesgo de introducción y diseminación del nuevo coronavirus en esta provincia».
Camagüey tiene más de 20 300 profesionales del sector de la salud, quienes junto a 5 147 alumnos de las distintas facultades y 500 profesores han recibido capacitación para actuar en la Atención Primaria de Salud, en aras de educar a la población en cualquier escenario social.
Subrayó que escuelas, comunidades, hogares de ancianos y barrios serán visitados esta semana por estudiantes, para que desde su accionar y conocimientos trasmitan cómo prevenir la enfermedad.
La estudiante Carla Pérez Flores asegura que los cursos preparatorios recibidos acerca del coronavirus le han valido para sentirse una profesional «hecha y derecha».
El joven Fidel Alejandro Pradasha podido orientar a vecinos y familiares muy preocupados por los síntomas de las Infecciones Respiratorias Agudas (IRA).
Rosmery Medrando Rodríguez tuvo que hacer uso de sus conocimiento para lograr un ambiente de seguridad en su cuadra ante la noticia de la llegada a suelo cubano del coronavirus.
