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Comenzaron las actividades previas al Festival Boleros de Oro

Desde este sábado el evento, que anda por su cumpleaños 23, tuvo su prólogo en La Habana Vieja.

Autor:

Yelanys Hernández Fusté

Una luna desnuda, sin aretes, pero igual de romántica se recuerda en una letra musicalizada. Es una larga y bien estructurada metáfora hecha bolero que, como muchos otros, se apunta en la historia musical de la región.

A Los aretes que le faltan a la luna le sumo, en una lista donde no busco jerarquías, Contigo en la distancia, Dos gardenias, Quiéreme mucho, La gloria eres tú, Te quedarás y otros temas pasionales y llenos de lirismo que se adentran en las relaciones amorosas.

El bolero es una leyenda sonora en Cuba, en el Caribe, en el continente y llega a otras zonas del mundo. En él viaja el sentimiento y la poesía. Y es esta Isla, una de las que reverencia el género cada año.

Boleros de Oro anda por su cumpleaños 23 y, aunque su canto no tiene que ver con estaciones, para este mes de julio se estrena entre los ecos de los clásicos del género y las nuevas composiciones.

El Doctor José Loyola afirma que a un bolerista mayúsculo, con voz de sonero y exquisito en cuestiones de ritmo, se dedican las venideras jornadas. «Benny Moré llegaría a los 90. Sabemos que él llevó el estilo a su máxima expresión, no lo podíamos pasar por alto».

La Habana entre canciones

La capital se convertirá en una gran «descarga» de sentimientos el fin de semana próximo. Pero desde este sábado Boleros de Oro tuvo su prólogo en La Habana Vieja. Ayer se confabularon allí intérpretes como Benny Santos, Héctor Téllez y El Muso, acompañados por la Charanga de Oro y sus Estrellas, dirigida por Loyola.

A su vez, en el Teatro América se ofrecerán tres espectáculos a propósito del evento. Desde el viernes 3 y hasta el domingo 5 de julio se darán cita en el coliseo de Centro Habana figuras nacionales y foráneas cultoras del género.

Sobresaldrán presentaciones especiales como la del cantante mexicano Rodrigo de la Cadena, quien tendrá como invitados a Mundito González, Raquel González, Camilo Mederos y Yaíma Sáez. Igualmente serán para no perdérselas las actuaciones de Los parranboleros de Islas Canarias y el colombiano Mario Bustillo, entre otros.

Asimismo, habrá baladas en espacios donde habitualmente son coreadas, como el Hurón Azul (sábado 4) y la peña de Olga Navarro (viernes 3).

Estas jornadas también buscarán esa conexión del bolero con el séptimo arte. El crítico Luciano Castillo esperará a todos los seguidores de esta música el jueves 2 de julio, en el céntrico cine 23 y 12. El encuentro ya está pactado para hablar de una coproducción cubano-mexicana de los años 50, donde aparecen en pantalla grande Benny Moré, Rosita Fornés, Armando Bianchi y las Hermanas Lago, entre otros.

Conversación en tiempo de bolero

¿Es el bolero un género olvidado entre los cubanos? José Loyola piensa que no. Y un ejemplo de ello es el Festival Boleros de Oro, con sus más de dos décadas.

El músico ve sus «signos vitales» en los centros nocturnos del país, y reconoce que hay señales de continuidad en los jóvenes cantantes, que se empeñan en mantener con respiración esa melodía.

«Dayani Lozano, además de su repertorio, canta boleros. También lo hacen otros como Alex de Lara, ese carismático muchacho», apunta Loyola, quien asegura que es la difusión la que le «acorta» la existencia a este tipo de canción.

«Es fundamental su presencia en espacios radiales y televisivos, porque hoy tiene mucha fuerza entre los intérpretes», afirma el artista.

El reto mayor, expresa, es mostrarlo no como algo de segunda mano, sino en un papel protagónico, y hay que insistir en ello. «Eso es lo que da una jerarquía en la aceptación del público y su relación con un estilo tan cubano, tan representativo de la cultura nacional».

—¿Los discos también pueden ayudar a promover el bolero?

—Hay géneros que están más representados que otros, porque su mecanismo así lo requiere, como sucede con la música bailable. Pero el bolero es también escuchado. Tiene una audiencia demostrada en Cuba. Además, muchos intérpretes nuestros poseen una fuerza musical en escenarios internacionales.

«La discografía y los medios deben ser un reflejo de la práctica cotidiana de los que cultivan el bolero. Ellos, al igual que los que interpretan otros estilos, defienden la música nacional».

Boleros de Oro es la cita cubana para los que insisten en cantarle a los sentimientos. Más de cuatro lustros distan ya de aquella primera edición, en la que se dispuso rendir tributo a la balada romántica por medio de artistas criollos y foráneos.

Sin embargo, todavía hay puntos que deben pulirse. Loyola insiste en que la promoción es la piedra angular, pues no solo debe existir en los días del evento. Por eso considera que debe haber un mayor acercamiento entre el Festival y los medios.

«El trabajo promocional hay que hacerlo todo el año, como también se deben realizar espectáculos en los teatros, no solo como parte del Festival. De igual manera, es esencial continuar integrando a noveles cantantes y así lograr una mayor comunicación con el público joven», concluye.

En fin, que se trata de recordar siempre que la luna esconde sus pendientes o el cielo tisú existe, porque nos recuerda que hablar de amor es también poesía. Son frases antídotos contra el olvido, y —como dice Loyola— seguir fomentando el gusto por ellas en las nuevas generaciones resulta muy importante.

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