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A la conquista de Tokio

De los tres primeros rivales, el último, Australia es la llave para entrar a la segunda ronda, con asiento en la propia capital nipona; pero los anfitriones no son infalibles, ni los chinos un manjar tan fácil

Autor:

Norland Rosendo

Van con pronóstico reservado: avanzar a la segunda fase del torneo. Parece poco para las apetencias de los cubanos, acostumbrados a que su equipo de béisbol termine en el podio en cuanta competencia juegue. O que por lo menos salga con esa meta.

En el primer Clásico, cuando pocos apostaban por ellos, se colgaron una plata que brilló como oro; en los dos siguientes, se quedaron a las puertas de la semifinal, y parecía que iban a llegar un poquito más lejos. Ahora, van a la conquista de Tokio.

De los tres primeros rivales, el último, Australia  —en un análisis pragmático—, es la llave para entrar a la segunda ronda, con asiento en la propia capital nipona; pero los anfitriones no son infalibles, ni los chinos un manjar tan fácil de engullir.

Carlos Martí, sobrio y ecuánime, no se lanza a un vaticinio arriesgado. En sus palabras, no obstante, deja siempre un hálito de esperanza. Achica los ojos como los asiáticos y abre los sueños como los cubanos.

No será el mejor equipo que hayamos presentado en los Clásicos; ni el que en otras condiciones podríamos armar; pero este grupo de peloteros va consciente de que la conquista de Tokio no es imposible. Ni siquiera por partida doble.

Flashazos

Nace esta sección de JR para la cobertura del Clásico Mundial de Béisbol. Desde las sedes donde juegue Cuba estaremos reportando. Y no solo de pelota escribiremos. Pero hoy, en su inauguración, les haremos un regalo de lujo a los lectores. Nuestro colega, investigador y escritor Osvaldo Rojas Garay, en exclusiva, nos ha enviado desde Santa Clara unos flashazos que saben a flan. Disfrútenlos:

De Frederich Cepeda se ha hablado mucho por estos días, por tratarse del único cubano que vivirá su cuarta experiencia en estas lides. También tiene la condición de haber intervenido en los 20 choques disputados por la selección nacional.

Sin embargo, tal vez muchos desconozcan que Cepeda se mantuvo conectando de jit en los 13 primeros desafíos de los criollos en estos certámenes. El destacado toletero comenzó su seguidilla frente a los lanzadores panameños el 8 de marzo de 2006, al compilar de 4-1. A partir de entonces logró, al menos, un indiscutible en los ocho encuentros de Cuba en esa justa.

Tres años después, en el segundo Clásico, disparó inatrapables en cinco juegos sucesivos, antes de irse en blanco en cuatro turnos contra los envíos de los japoneses Hisashi Iwakuma y Tashiya Sugiuchi.

Cuando el viernes 10 de marzo de 2006, en el 1er. Clásico, Puerto Rico noqueó a Cuba, 12 carreras a dos en siete capítulos, ocurrió un suceso inédito en el deporte de las bolas y los strikes, pues los peloteros de la Mayor de las Antillas jamás habían perdido un partido por esa vía en grandes eventos internacionales.

Luego, en la siguiente ronda, los criollos se desquitaron con pizarra mínima de cuatro a tres y avanzaron a las semifinales de aquel torneo en el que se adjudicaron una meritoria presea de plata. Vale aclarar que en la Copa Intercontinental de Bélgica, 1983, Taipéi de China superó a Cuba, 13 a uno, pero no fue nocao, porque los vencedores tomaron diferencia de 12 carreras en el noveno, al pisar la goma en tres ocasiones.

Un trío de serpentineros de nuestro país ha logrado apuntarse dos victorias en Clásicos, curiosamente todos son santiagueros. En 2006, Ormari Romero exhibió balance de dos y uno. Posteriormente, en 2009, Norge Luis Vera salió airoso un par de veces sin sufrir descalabro y en la versión más reciente, en 2013, Danny Betancourt hizo lo mismo.

Finalmente, comoquiera  que nos estamos acercando a marzo, les contamos que los peloteros cubanos en las dos primeras citas homenajearon de un modo especial el Día Internacional de la Mujer, pues sus victorias iniciales ocurrieron un 8 de marzo y con marcadores de ocho carreras frente a sus oponentes. Así sucedió en el 2006, al aventajar a Panamá, ocho a seis, y posteriormente en 2009, al estrenarse con pizarra de ocho a uno ante Sudáfrica.

En el Clásico que se avecina los cubanos bien pudieran regalarle otra victoria a nuestras mujeres, porque el día 8 de marzo enfrentarán a China, supuestamente el más débil del grupo. Lo que está por ver es si vuelven a anotar ocho carreras.

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