Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Decepción con sabor a café mediocre

Edilberto Rodríguez Tamayo (calle 24 No.1, reparto Dessy, ciudad de Santiago de Cuba) cuenta que el pasado 18 de octubre su hijo y él compraron en la tienda en MLC La Puntilla, en La Habana, sendos paquetes de café Guantanamera. Y verdaderamente lo que adquirieron fue un verdadero disgusto. O un regusto a engaño.

Refiere el remitente que al retornar a Santiago de Cuba se desvanecieron sus ansias de buen café, al comprobar la pésima calidad del adquirido bajo el rótulo de Guantanamera.

Por cierto, el café Guantanamera cuesta caro en MLC, y se supone que satisfaga el más exquisito gusto. Su esposa lo volvió a tostar y algo recuperaron, pero nunca fue igual. Y el 22 de octubre su hijo envió una queja al correo que Cuba Café estampa en el propio envase del producto para recibir criterios de los clientes.

«Hasta el momento, afirma Edilberto, han dado la callada por respuesta, algo que no está a tono con las líneas de trabajo establecidas por el Gobierno. Al menos una disculpa merecemos los que hemos sido engañados, por no decir estafados», concluye.

¿El papel lo aguanta todo?

Nerys Silvina Fernández Rodríguez (Calle D, No.12, Condado, Trinidad, Sancti Spíritus) cuenta que entre los años 2017 y 2018 el Consejo de la Administración Municipal le aprobó un subsidio para mejorar su vivienda, que estaba en pésimas condiciones,  con tablas de palma y tejas.

En 2018, refiere, comenzaron las acciones constructivas de su vivienda, que, por varias razones (no las precisa) se vieron afectadas durante un largo período de tiempo, lo que impidió la culminación de esta.

A principios de 2021 Nerys se acercó a la Vicepresidencia que atiende la Construcción en el Consejo de la Administración Municipal; y para asombro suyo, se le informó allí que su vivienda estaba comprendida dentro de las que en el año anterior se habían reportado como concluidas.

No solo el disgusto y la frustración. Nerys carga también con la incertidumbre de que ni la susodicha Vicepresidencia ni la Dirección Municipal de la Vivienda se han dignado en darle respuesta, como lo merece cualquier ciudadano. Como lo exige la Constitución de la República de Cuba.

«Casi culmina el año, manifiesta, y aún vivo en una casa la cual no posee piso, cocina ni servicio sanitario, a pesar de tener conocimiento de todo esto las máximas autoridades vinculadas con el tema en el municipio. ¿Quién puede informar a estos niveles de dirección una vivienda por terminada sin antes supervisar que se encuentra habitable?».

Y este redactor añade: ¿Pueden ciertos niveles de dirección dar por sentada y aprobada una información tergiversada, como si el papel lo aguantara todo?

Gratitud

Ramón Alberto Sánchez Gallardo (Calle Rafael Oro, No. 225, entre 12 y 13, reparto Vázquez, Manzanillo, provincia de Granma) estuvo ingresado por la Covid-19 en la Sala 1-E del hospital Celia Sánchez Manduley de esa ciudad; y reconoce el trabajo abnegado y muy profesional de médicos y personal de enfermería allí.

En particular, ensalza a los doctores Julio Ginarte, Alfredo y Almenares, la licenciada Eva Rodríguez, jefa de Sala; y al personal de Enfermería: Magalis, Yayi, Yulisa, Yenisel, Elizabeth y Alberto.

«Todos contribuyeron a mi recuperación post COVID-19. Ofrecieron cada día grandes cuotas de amor, profesionalidad y solidaridad con cada paciente. A todos, muchísimas gracias», termina.

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