Acuse de recibo
Cansada de tocar puertas y sin solución a su problema habitacional, Denia de la Caridad Rondón Méndez, residente en Calzada del Cerro, No. 1365, altos, en el municipio capitalino de Cerro, cuenta que en la madrugada del 21 de junio de 2024 se desprendió una pared de su domicilio y cayó sobre la vivienda de la planta de abajo, lo que ocasionó la muerte a la vecina e hirió a familiares de esta.
Refiere que de inmediato acudieron al sitio la policía, los bomberos y una representación de la Dirección Municipal de la Vivienda. En consecuencia, se dictaminó tumbar toda la cubierta de la casa de Denia y proceder a situar tejas.
La brigada que asumió la obra instaló una parte de las tejas y quedaron pendientes otras 22. El jefe de la obra siempre le decía a Denia que estaban esperando el dinero que la Dirección Municipal de la Vivienda debía pagarles.
Y así pasó el tiempo y no se solucionó el asunto. Denia fue a la Dirección Municipal de la Vivienda y le plantearon entonces que su casa estaba para demoler, que no se contaba con el presupuesto de las tejas y ya no se iba a hacer nada más allí.
«Yo tengo dos niños, afirma, y estoy durmiendo donde me coge la noche. He ido en reiteradas ocasiones a la Vivienda, y nadie me resuelve ni me dan una respuesta satisfactoria. Le escribo mil veces al técnico y al jefe de obra para los escombros que dejaron en mi casa y para ver cuándo se va a volver a empezar la casa. Pero nada. Han sido mil excusas y mil cosas dichas que jamás han cumplido realmente.
«Vivo en malas condiciones. No tengo dónde estar. Soy madre soltera con una niña de 12 años y un niño de un año. Ellos se encuentran en casa de sus respectivos padres para evitar cualquier accidente y tragedia. Yo, con algunos vecinos y amistades, he ido botando escombros. Pude poner algo de electricidad en mi casa, solamente en la sala.
«El balcón se encuentra en malas condiciones y lo dejaron lleno de escombros. El cuarto de donde se desprendió la pared está en pésimo estado igualmente. Y siguen las lluvias y el mal tiempo, con la posibilidad de que se registre otro derrumbe.
«Mi vida peligra, expresa, pero de aquí no me muevo hasta que no solucionen el arreglo de esta casa como debieron de terminarla. A ver si acabo de resolver dicha situación para lograr vivir decentemente y sin peligro, y tener otra vez a mis hijos conmigo, que llevo tiempo sin ellos», enfatiza.
Denia señala que la fuerza constructiva, la cual fue contratada por la Dirección Municipal de la Vivienda, es una mipyme. Lo insólito es que hayan dejado trunca la inversión y no se les haya exigido la terminación. El peligro sigue rondando para Denia y sus vecinos. ¿Quién asumiría la responsabilidad si se registra otra tragedia?
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