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Una organización más rebelde y menos dócil

En la Comisión de Música del 4to. Congreso de la AHS se debatieron temas trascendentales —y no por primera vez— para apoyar más la obra de los asociados, su difusión y comercialización; la urgencia de la implementación del perfeccionamiento empresarial en el sector y la necesidad de invertir en estrategias del marketing digital en el contexto mundial actual, entre otros asuntos.

Autor:

Ana María Domínguez Cruz

«La Asociación Hermanos Saíz (AHS) debe ser más rebelde, revolucionaria, y no tan dócil en el contexto cubano actual, caracterizado por una dura realidad económica y la triste realidad de que muchos jóvenes parten para hacer sus proyectos de vida en otros países.

«Somos un país de muchos músicos y poco mercado, y desde hace más de una década no se realizan encuestas de consumo cultural para conocer los gustos y demandas de los públicos y, a partir de esos resultados, concebir políticas proactivas —y no reactivas— con base científica, que permitan responder a las demandas de los músicos en coherencia con las que tienen los consumidores».

Así expresó el realizador de radio y televisión, productor discográfico y manager de la Orquesta Faílde, Pedro Pablo Cruz, invitado al Congreso, durante su intervención este lunes en el 4to. Congreso de la AHS en la Comisión de Música, presidida por Rogelio Polanco, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Jefe del Departamento Ideológico; Indira Fajardo, presidenta del Instituto Cubano de la Música; Marta Bonet, vicepresidenta primera de la Unión de Escritores y Artistas Cubanos y Ana Irma Pérez, directora de la orquesta Cubaclamé y vicepresidenta nacional de la AHS.

Insistió en que los programas de radio y televisión musicales son los menos financiados «y nos preocupa que no se valore la efectividad de un programa musical bien hecho, con los recursos que lleva, para lograr su acometido político e ideológico. Puede ser mayor su impacto en la conciencia y valores de los públicos, especialmente de los jóvenes, que un programa informativo o de contrapropaganda política, y no porque estos no sean necesarios sino porque cada cual se traza su ruta de consumo y debemos explotar los lenguajes que prefieren».

El son, el bolero y el danzón no son Patrimonio de la Humanidad a estas alturas y nos corresponde a todos luchar por eso, incluyendo a las instituciones, en las cuales percibo lentitud y poca gestión para ello, agregó.

«Debemos romper ya la inercia en lo relacionado con el perfeccionamiento empresarial de la música y otorgarles opciones a los músicos para que tengan la legalidad suficiente y gestionar sus economías e incluso, solicitarle un préstamo al banco, si es preciso, para pagarle a sus músicos porque transcurren seis meses y más para recibir la remuneración de sus presentaciones».

En un país donde la cantera de talentos artísticos y musicales es enorme, al cantautor Abel Geronés le preocupa el futuro, tomando en cuenta que las jóvenes generaciones consumen cada vez más el reguetón y productos inscritos en la llamada pornografía auditiva, y no siempre los presupuestos de las instituciones se destinan a potenciar la obra de artistas que intentan hacer un trabajo de calidad.

«Es importante repensarse la televisión que hacemos porque la mayoría de los jóvenes buscan el conocido «paquete» para disfrutar de productos ajenos a nuestra cultura e identidad. Incluso, concebir productos creativos para las redes sociales porque son los espacios que ganan públicos con rapidez».

Geronés se refirió a la necesidad de que los directores provinciales de cultura gestionen mejor el presupuesto para apoyar propuestas que estén en consonancia con las políticas culturales de nuestro país.

«En Cuba hago música sin hacer concesiones y no me quiero ir a ningún país, pero me cuestiono si seguirá siendo Cuba ese país que me otorgue a mí y a otros esa posibilidad».

El ingeniero industrial Gustavo González, director de La Cruzada, lamentó que se reiteren en el debate muchos de los temas que en el congreso anterior se colocaron sobre la mesa, lo cual refleja que poco se ha hecho con las demandas presentadas.

«Nos cuestionamos si somos una vanguardia intelectual porque no se favorece la presencia de los artistas de la AHS en eventos importantes celebrados en el país. Por otra parte, preocupa que los representantes de instituciones culturales cubanos en eventos internacionales no rinden cuentas a los artistas, y desconocemos entonces lo que puede resultar de una oportunidad de ese tipo».

«Siempre son los mismos músicos o agrupaciones los que se mencionan a nivel internacional cuando se habla de música cubana y eso refleja que son los mismos que viajan, realizan giras y se promocionan más y mejor en el contexto internacional», acotó.

Gemay afirmó que es vital llevar el arte cubano a los centros de educación del país para incidir en la formación de un gusto musical de valor en edades tempranas, lo cual puede ser un camino loable para obtener un resultado significativo a mediano y largo plazo.

«La creación de cátedras de música popular debe extenderse a todo el país y la beca Conmutaciones que otorga la AHS debe ampliarse y que no solo sea el disco el resultado de ella, sino también la edición de partituras y la concreción de libros que son necesarios en la enseñanza artística».

El holguinero Whisper Parra, DJ y productor musical, director del proyecto Electrozona recordó que tiempo atrás no se reconocía como músicos a quienes se dedicaban a este género sino como ambientadores.

«Debemos visualizar más a los artistas de las provincias en La Habana, que no sean los mismos. Además, es importante conocer a quienes evalúan a los aspirantes a crecer en la organización, porque ni nosotros mismos, los músicos, lo sabemos. Además, propongo que se revisen los presupuestos de los eventos en medio de un contexto económico tan cambiante como lo tenemos hoy».

Sugirió que en Oriente se potencie la posibilidad de invitar a artistas foráneos a los eventos que allí se realicen con la extensión del Departamento de Relaciones Internacionales de la organización.

«Se le exige a la AHS que sus artistas sean de vanguardia, pero con poco apoyo no podemos lograrlo», añadió.

La cantante Annie Garcés propuso que los ganadores de las becas anualmente se les destinen recursos para la promoción de su trabajo en eventos y festivales. «También las mujeres debemos tener más presencia en los espacios que se gestionan».

Gretel Garlobo, musicóloga y productora discográfica y de eventos enfatizó en la urgencia de estudiar las audiencias y trazar efectivas estrategias de marketing cultural en el escenario digital.

La presidenta del Instituto Cubano de la Música, Indira Fajardo, reveló que la institución pretende renovarse y transformarse. «Brindar oportunidades de trabajo para el artista a nivel individual sin que se desligue de la institucionalidad, entre otras cuestiones urgentes, se toman en cuenta para ser aprobadas cuanto antes para beneficio de los músicos. Ha tomado tiempo, ciertamente, pero trabajamos para ello y para fundar Centros Provinciales de la Música en los territorios para que fluya mejor y de manera más cercana nuestro trabajo».

Aseveró que existen menos fuentes de empleo y menos contratos tras la pandemia, lo que condiciona que nos pensemos mejores estrategias para afrontar esa situación.

«Todo lo que podamos hacer para eliminar trabas burocráticas es nuestra prioridad y debemos replantearnos, sí, nuestras dinámicas y flujos de trabajo, porque estamos conscientes de las inquietudes y necesidades».

Las dinámicas cotidianas cambian y las de las instituciones también, por lo que encontrarnos para intercambiar, debatir y proponer soluciones es un paso importante.

Fajardo reconoció que las páginas web y espacios digitales institucionales no cumplen con requisitos tecnológicos ni con parámetros atractivos para los usuarios, «y no es un secreto que la revista AM-PM nos gana en ese sentido, por lo que debemos encontrar la alternativa para ello».

Marta Bonet agradeció la sinceridad de los planteamientos y pidió que los músicos se mantengan acompañando los procesos de transformación y dinamización de las rutinas de la institucionalidad para su propio beneficio.

Polanco elogió el espíritu de las demandas compartidas en el debate suscitado, en coherencia con la innovación organizacional en el sistema de la cultura, según ha convocado el presidente Díaz-Canel Bermúdez.

Insertarnos en el ecosistema digital para contrarrestar los contenidos hostiles contra nuestro país es vital, «y si hablamos de que la ciencia es pilar de la gestión de gobierno, debe ser también una prioridad la ciencia en el sector de la cultura, para que la improvisación no sea el camino ante las urgencias que existen».

Reconoció la lentitud en el proceso de conciliación, aprobación e implementación en el perfeccionamiento empresarial de la música, cuando debemos enrumbarnos hacia la legitimación de las unidades artísticas desde el punto de vista jurídico

Nuestra cultura seguirá siendo antihegemónica, pasional, propia, criolla y tendrá siempre el apoyo del Estado y el Gobierno cubanos, «contando con los creadores jóvenes de la AHS en la búsqueda de mecanismos renovadores para el mejor funcionamiento de la gestión de la cultura, sin vender el alma al diablo».

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