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Pesquisa detectivesca vierte nuevas luces sobre la muerte de Ludwig van Beethoven

A los tres días de su deceso, no quedaba ni un mechón de pelo en su cabeza. Desde entonces, la comunidad científica ha intentado comprender las enfermedades de Beethoven y la causa de su fallecimiento

Autor:

Juventud Rebelde

BERLÍN, febrero 25.- Ludwig van Beethoven murió debido a una infección de hepatitis B y el consumo de alcohol, y no como se creía hasta la fecha por causa de un envenenamiento por plomo.

La pesquisa que aportó esta información fue patrocinada por la Universidad de Cambridge y el Hospital Universitario de Bonn, ha sido publicada en la revista Current Biology, y reseñada en el periódico The New York Times.

El estudio científico cumple además con la última voluntad del compositor, quien pidió a sus hermanos que dieran a conocer los detalles de su muerte para que se le comprendiera mejor tanto desde el plano médico como personal.

Con anterioridad, en el año 2007, una investigación forense analizó cabellos del músico y sugirió que la muerte se debía a un envenenamiento por plomo, ya que muchos tratamientos médicos que se usaban entonces contenían este metal.
 
Era marzo de 1827 y Beethoven se estaba muriendo. Mientras yacía en su lecho, atormentado por dolores abdominales y con ictericia, amigos y conocidos afligidos acudían a visitarlo. Algunos le pidieron un favor: ¿podían cortarle un mechón de pelo para recordarlo?

El desfile de dolientes continuó tras la muerte del genio a los 56 años, incluso después de que los médicos le practicaran una craneotomía, en la que observaron los pliegues del cerebro y le extirparon los huesos del oído en un vano intento de comprender por qué el venerado compositor perdió la audición.

A los tres días de la muerte de Beethoven, no quedaba ni un mechón de pelo en su cabeza. Desde entonces, la comunidad científica ha intentado comprender las enfermedades de Beethoven y la causa de su fallecimiento.

El nuevo informe ofrece una explicación actualizada de sus debilitantes dolencias, mientras plantea nuevas preguntas sobre sus orígenes genealógicos e insinúa un oscuro secreto familiar.

Igualmente, aclara que algunos pelos que circulan actualmente entre coleccionistas e incluso son objetos documentales no eran de Beethoven, sino de una mujer. Se trata de un estudio muy serio y bien realizado, afirma Andaine Seguin-Orlando, experta en ADN antiguo de la Universidad Paul Sabatier de Toulouse, Francia.

El trabajo detectivesco para resolver los misterios de la enfermedad de Beethoven comenzó el 1 de diciembre de 1994, cuando se subastó un mechón de pelo que se decía era de Beethoven. Un análisis de este cabello realizado en el Laboratorio Nacional Argonne de Illinois reveló niveles de plomo 100 veces superiores a los normales.

Empero en 2014, el experto Tristan Begg, con una maestría en arqueología en la Universidad de Tubinga, Alemania, y William Meredith, un estudioso de Beethoven, analizaron nuevamente el pelo y constataron que era de una mujer con genes que se encuentran en poblaciones judías askenazi.

Especialistas comentan que aún queda por esclarecer ¿cómo se infectó Beethoven de hepatitis B que se transmite a través de relaciones sexuales, las agujas compartidas, y durante el parto? Beethoven no consumía drogas intravenosas y nunca se casó. Aunque se interesó románticamente por varias mujeres, se desconocen detalles de su vida sexual.

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