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El pinareño Iglesias repitió su corona de hace nueve años. Autor: Roberto Morejón Rodríguez/AIN Publicado: 03/08/2021 | 09:09 pm
TOKIO. ― Dentro del ring, Roniel Iglesias lució inmenso, seguro, fuerte. Fuera, sus rectos impactaron directo en quienes no apostaban por él. En ambos escenarios, el árbitro alzó su brazo en señal de victoria.
Con cuatro Juegos Olímpicos encima y tres medallas ganadas, un bronce primigenio en Beijing 2008 y dos de oro (Londres 2012 y Tokio 2020), Roniel es el noveno bicampeón de Cuba en citas bajo los cinco aros.
Junto a Teófilo Stevenson y Félix Savón, es el que más veces ha subido al podio, aunque estos siempre lo hicieron al escalón más alto, y en las próximas horas se les sumará Lázaro Álvarez, dueño de tres metales bronceados.
En el pleito por el cetro desbancó por decisión unánime al subcampeón del último Mundial, el británico Pat McCormack, y en la pelea anterior se deshizo por la misma vía del ruso Andrei Zamkovoi, monarca de la misma cita universal.
Semejante dato ilustra cómo llegó el púgil de Pinar del Río a esta competencia. Y él mismo se encarga de poner los golpes donde van: «Tuve una preparación muy buena y quise demostrarle al pueblo de Cuba que todavía Roniel está en muy buenas condiciones».
Cada resultado tiene su historia y el campeón de los 69 kg pone todas sus preseas en la misma balanza. «Me quedo con las tres, porque el bronce llegó con apenas 19 años».
Para quienes pensaron, y hasta dijeron, que Roniel no debió venir a Tokio, el muchacho que el próximo 12 de agosto cumplirá 33 años dejó un mensaje muy claro: como terminé aquí, puedo llegar a París 2024, pienso seguir compitiendo y que me apoyen igual que hasta ahora.
Roniel se ha logrado imponer a adversidades de todo tipo, incluidas lesiones y los malos ojos de quienes no han creído en él. Camino al Olimpo ha tenido que vencer rivales con sus puños y su constancia.
Fresco, como si no se hubiera bajado del cuadrilátero hacía tan poco tiempo, dedicó el título a su padrino de religión Yasiel Mosongo, a su esposa Lilien, y a Lucas Daniel, su hijo.
En esa misma cartelera, Julio César La Cruz avanzó a la final tras doblegar al brasileño Abner Teixeira (4-1), y Andy Cruz aseguró bronce al vencer al también nacido en el Gigante sudamericano, Wanderson de Oliveira.
Lázaro Álvarez no pudo pasar de su tercer bronce olímpico, tras sucumbir ante el ruso Alber Batyrgaziev por decisión de 2-3, mientras Yosvani Veitía se quedó sin medallas al ser víctima por 1-4 del británico Galal Yafai.
