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Dánel Castro: el rey del jit en Cuba (+videos)

Con par de jonrones, entre ellos, uno dentro del terreno, el tunero se convirtió en el hombre que más imparables ha pegado en la historia de los campeonatos nacionales

Autor:

Norland Rosendo

De la manera más inaudita, como ni el mismo imaginó, Dánel Castro asumió el liderazgo histórico de jits en campeonatos cubanos de béisbol. Con un jonrón… dentro del cuadro a sus 46 años de edad.

En su primera comparecencia al bate este miércoles ante Portuarios, mientras casi todo el mundo estaba pendiente de la Copa del Mundo de fútbol, el legendario tunero sonó un palo de vuelta entera para igualar los 2378 imparables del habanero Enrique Díaz y en el siguiente viaje al plato produjo la línea por el medio del campo que rodó y rodó, mientras Dánel corrió y corrió hasta completar la vuelta espectacularmente.

—Has dicho que te retirarías tras imponer esta marca. ¿Se mantiene la idea o hay cambios?

—Hasta ahora lo que tengo pensado es no jugar más después de la Liga Élite, pero hay mucha gente que me está diciendo que debería irme del béisbol activo con el traje de Las Tunas y lo estoy pensando. Si juego la próxima Serie Nacional será solo como anfitrión, en los partidos que se celebren en mi provincia.

—Además del récord, que ahora crecerá con cada jit, llegaste a las 1300 carreras impulsadas, cuarto en arribar a esa cifra.

—No estaba al tanto de ese dato, pero es un honor estar entre los mejores impulsadores de Cuba, siempre salgo al campo de juego a aportar a mi equipo.

—En tu larga carrera de 28 temporadas, ¿cuáles han sido los pícheres más incómodos?

—Enfrenté a varias generaciones de muy buenos lanzadores, pero era difícil batearle a Pedro Luis Lazo y Norge Luis Vera.

—Cuando Centrales jugó en el Mella aquello fue apoteósico…

—Yo me he entregado a ese público siempre y si no hubiera sido por el atraso en el inicio de la liga era muy probable que llegara al récord en esa subserie.

—¿Sentiste nostalgia por no jugar con Agricultores?

—Me hubiera gustado vestir ese traje, es mi equipo, soy oriental, aunque en Centrales me han acogido como uno más, me siento muy bien con ellos. Desde que llegué todo ha fluido de manera natural.

—A tu edad la preparación debe tener particularidades, ¿en qué te enfocas?

—Le doy prioridad al bateo y las pesas. Hago swing hasta de madrugada...

—¿Y no duermes, cómo es eso?

—Ese un largo cuento, tendrías que preguntarle a la gente de Las Tunas, a Andrés Quiala, que es mi compañero de cuarto. A veces son las tres de la mañana y estoy haciendo swing en la habitación. Mi máxima es que en el bateo la madre de la perfección es la repetición.

—Un tunero fue clave este año en la Serie Mundial de las Grandes Ligas…

—Siento orgullo de Yordan Álvarez, jugó con nosotros en Las Tunas. Disfruté muchísimo su último jonrón. Cuando fue al bate comenté que si le tiraban alto quizá lo dominaran, pero si el picheo era bajito la iba a botar, y así mismo sucedió.

—¿Tienes pensando dedicarte a entrenar cuando te reitres?

—Quiero tomar unas vacaciones, aunque aceptaría con gusto si los dirigentes del Inder y el béisbol en Las Tunas me pidieran ayuda para preparar al equipo de los Leñadores.

—¿En tus planes está dirigir en algún momento?

—Llevo muchos años observando y estudiando, incluso el béisbol internacional. No sé si seré buen director, pero tengo muchas ideas y quisiera aplicarlas. Sin embargo, de nada vale un buen proyecto, si no se aseguran las condiciones imprescindibles para los jugadores, especialmente, de salario y logística. Siento que falta profesionalidad en nuestro béisbol.

—¿Cómo quieres que te recuerden?

—Como siempre he sido, sencillo, humilde; el Dánel Castro de Las Tunas, de Manatí.

—¿Te quedó algo por hacer en el campo de juego?

—Sí… (Suspira) Hubiera querido ser el mejor pelotero del mundo. No uno bueno, no, yo soñaba con ser el mejor.

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