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La tecla del duende

El violinista

Se decía que el gran Paganini era sobrenatural. De su violín salían notas mágicas, un sonido diferente, y nadie quería perder la oportunidad de verlo. Una noche, el auditorio repleto de admiradores estaba preparado para recibirlo. La orquesta fue aplaudida. El director, ovacionado. Cuando Paganini surgió, el público deliró. Colocó su violín en el hombro y siguió lo indescriptible. Blancas y negras, fusas y semifusas, corcheas y semicorcheas volaban al conjuro de aquellos dedos encantados. 

De repente, un ruido extraño interrumpió el ensueño. Una de las cuerdas del violín se rompió. El director se detuvo. La orquesta se detuvo. El público se detuvo. Paganini no se detuvo. Miró su partitura y continuó extrayendo sonidos deliciosos de un violín con problemas. El director y la orquesta, admirados, volvieron a tocar. El público se calmó. De repente, otro ruido perturbador anunciaba la ruptura de otra cuerda. El director se detuvo. La orquesta se detuvo.

Paganini continuó como si nada hubiera ocurrido, arrancando sonidos imposibles. El director y la orquesta, impresionados, volvieron a tocar. El público no podía imaginar lo que iba a ocurrir. Todas las personas gritaron un ¡Oooh!, en el momento que una tercera cuerda del violín se rompía. El director se detuvo. La orquesta se detuvo. La respiración del público se detuvo. Paganini no se detuvo.

Como si fuera un contorsionista musical, arrancó todos los sonidos posibles de la única cuerda que quedaba de aquel violín destruido. El director, embelesado, se animó. La orquesta se motivó. El público pasó del silencio a la euforia. Paganini alcanzó la gloria. No fue solo un violinista genial. Moraleja: La vocación es el talento que traemos al nacer para que, aún en circunstancias adversas, encontremos el modo de lograr frutos para felicidad de todos (Publicado por Guillermo Cabrera Álvarez, el 21 de julio de 2005).

POR CUBA

Santa Clara tendrá su tertulia este sábado 7 de junio a las tres de la tarde, con Lillicsy como anfitriona de un encuentro donde el tema será: «Este poema que traigo me gustaría haberlo escrito yo». Habrá homenajes a madres y padres, intercambio de regalos y coordinación para la tertulia en Guaracabulla, programada para el domingo 6 de julio. 

 

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