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¿Qué sucede en Matanzas con el dengue y el chikungunya?

La batalla contra el mosquito Aedes aegypti no es nueva y cada año su presencia crece, como ha sucedido en las últimas semanas en el territorio matancero. Frente a esta problemática resulta esencial un actuar responsable y directo de la población y las instituciones encargadas de velar por la no propagación del peligroso vector

Autor:

Hugo García

MATANZAS.— En las comunidades matanceras es un milagro encontrar a un núcleo familiar en que alguno de sus miembros haya escapado a las picaduras del mosquito Aedes aegypti. Algunos no han acudido a las instituciones de salud, como debiera ser para un diagnóstico certero, pero hemos corroborado en conversaciones con varias familias afectadas que no van porque ya la gente sabe qué hacer: ingreso domiciliario, reposo, mucho líquido, sales de rehidratación y paracetamol.

«Empecé con un dolor en una rodilla y después me sentía el cuerpo extraño. Como al tercer día cesaron la fiebre y el dolor en las piernas. Mis ojos se pusieron rojos y se me inflamaron los ganglios linfáticos del cuello y de la ingle, y eso me volvió a tumbar. Luego vino el rash en manos y piernas», nos cuenta Yunielis Moliner Isasi, vecina del consejo popular Playa.

Como ella, muchos matanceros la han pasado «terrible», como lo califica Leticia Arango Sánchez, quien el 20 de agosto se empezó a sentir muy mal, sin poder ni levantarse de la cama y todavía no está del todo recuperada.

Esto del dengue y el chikungunya es un tema recurrente de conversación en la ciudad matancera, y la alta incidencia de tales virus se encargó de desmontar en las redes las versiones sobre supuestas enfermedades «extrañas» en esta área de Cuba.

Ante esta compleja situación epidemiológica, Juventud Rebelde se acercó a una problemática que afecta a numerosos habitantes y mueve la atención de las autoridades locales.

Que el mosquito no viva entre nosotros

La doctora Yamira López García, directora general de Salud en Matanzas, explicó que el territorio «ha tenido momentos peores, como en 2022, cuando hubo una epidemia de dengue mucho más abarcadora que la presentada hoy».

Actualmente, circulan dos virus en Matanzas, y uno de ellos es el dengue (serotipo 3 y 4). Hay casos de chikungunya, que se presenta por primera vez en la provincia y empezó alrededor del mes de julio en el municipio de Perico, con las primeras manifestaciones en el consejo popular España Republicana, debido a la visita de un cubano residente en el exterior que lo portaba, precisó la directiva.

«A partir de ese momento hubo una proliferación de casos, pero hasta la fecha se ha trabajado en el foco y han disminuido», puntualizó.

«Hay pacientes con este tipo de enfermedades que mantienen una secuela, principalmente articular, con un expreso grado de discapacidad, y a partir de nuestros protocolos se determinan quiénes muestran esa evolución hacia la cronicidad. Tenemos esa consulta en el hospital provincial clínico quirúrgico docente Faustino Pérez con reumatólogos, fisiatras y otras especialidades. Y es algo que de manera progresiva lo llevaremos a todas las áreas de salud.

Es importante la hidratación, el reposo y mantener la alimentación habitual, teniendo en cuenta que desde el punto de vista de la fisiopatología estos virus producen manifestaciones clínicas basadas en deshidratación celular.

«El mosquito causante vive con nosotros, y lo más importante para contrarrestarlo será siempre tomar medidas de saneamiento, control focal y fumigación», insistió la doctora López García.

Bajar la curva 

El doctor Andrés Lamas Acevedo, director del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología, subrayó en exclusiva con este diario que en el territorio circulan el dengue y el chikungunya, y que hoy en la provincia existe transmisión en todos los municipios, sin fallecidos por dicha causa hasta este viernes 26 de septiembre.

«Para el sistema de Salud, lo más importante es la vigilancia continua del dengue, porque sí lleva a la gravedad y a la muerte de las personas. Por eso, estamos activados contra la epidemia: todos los municipios tienen brigadas de lucha antivectorial y la asistencia médica indica ingresos domiciliarios, en dependencia del cuadro clínico: si el paciente se agrava y muestra otras patologías, se ingresa en los hospitales para una vigilancia más estricta.

«Tenemos insecticidas, abate y hemos llamado a la comunidad a sanear sus patios. Ya Jovellanos comenzó la fumigación extradomiciliaria, alrededor de las seis de la mañana y seis de la tarde, cuando la hembra del Aedes aegypti sale a volar y existe mayor posibilidad de matarla con el insecticida.

«En las reuniones participan todos los organismos porque esto es una tarea conjunta y abarcadora. Estamos en condiciones de hacer una campaña más intensiva contra el vector y que se incorpore toda la sociedad.

«Sin embargo, los cuadros clínicos hablan de mayor frecuencia de casos de virus de chikungunya, porque el dengue da cefalea intensa, dolor detrás de los ojos, decaimiento, fatigas, y al quinto o sexto día la persona  puede agravarse más».

Añadió que con el dengue, al quitarse la fiebre pueden comenzar otros signos de alarma y hay que correr para el médico, porque las personas pueden llegar a otra fase peligrosa de la enfermedad.

«La curva epidemiológica está subiendo porque estamos en epidemia y porque hacemos pesquisas activas; este año la epidemia comenzó tardíamente. En Matanzas casi todos los años hay dengue en mayo, y ahora sucedió a principios de julio. Esto puede extenderse mientras haya calor y lluvias, quizá hasta octubre o noviembre», enfatizó Lamas Acevedo.

Listos los servicios asistenciales 

Al referirse directamente a la atención hospitalaria, el doctor Julio Ernesto Hernández Sánchez, director de Asistencia Médica en la provincia, destacó a JR que todos los servicios en el territorio están preparados para recibir a los pacientes con las arbovirosis.

«Se cuenta con disponibilidad de camas y con un plan de incremento según las necesidades, tanto para la atención de cuidados mínimos como para pacientes críticos o graves. Nuestras instituciones mantienen
su funcionalidad, con el incremento de camas establecido para esta fase creciente de casos de arbovirosis y febriles», reafirmó el directivo de Salud. 

La doctora Daylen Rodríguez Infante, directora general de Salud en el municipio de Perico, ratificó a este equipo que la epidemia comenzó con un viajero procedente del exterior que tenía síndrome febril. A partir del período de incubación comenzaron a aparecer los primeros pacientes con signos febriles inespecíficos y mucho dolor en las articulaciones e inflamación.

«Se propagó muy rápido: Acudimos al área de salud del consejo popular España Republicana y comenzamos con el levantamiento de casos febriles, para brindarles la atención necesaria. Se identificaron los consultorios afectados, se estratificó por cuadrantes y se iniciaron las acciones antivectoriales», describió el proceder.

Tales pesquisas reportaron aproximadamente 940 casos en una población de 3 500 habitantes. «La situación ha cambiado, y aunque seguimos con casos de síntomas febriles, la tendencia es a la disminución. De igual forma sucedió con el consejo popular Máximo Gómez, que tuvo una alta incidencia.

«Ya es perceptible el descenso en los conteos de las IgM (análisis de sangre que detecta los anticuerpos que produce el organismo cuando se infecta con el virus del dengue), pero el porciento de resultados positivos fue bastante alto, lo cual significa que circula más el dengue», sostuvo.

Otro municipio afectado es Cárdenas, aunque la doctora Bella Canosa Besú, directora municipal de Higiene y Epidemiología en ese territorio, advirtió que el fenómeno hoy aquí es el mismo que los cardenenses están acostumbrados a vivir año tras año.

«En esta ocasión se agrega la circulación del virus de chikungunya, que tiene otras características y hasta el momento no se reportan casos graves, pero es una enfermedad viral, igual que las otras transmitidas por el Aedes aegypti», concluyó.

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