Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Una apuesta a favor de nuestras esencias

La Orquesta Failde está entre los nominados al Latin Grammy 2020 en la categoría Mejor Álbum Tropical Tradicional por Failde con tumbao

Autor:

Aracelys Bedevia

A Matanzas, ciudad de los puentes y cuna del danzón, dedica la Orquesta Failde la nominación al Latin Grammy 2020, en la categoría Mejor Álbum Tropical Tradicional por Failde con tumbao, una producción de la Egrem. También a las escuelas de arte cubanas de las que son fruto los tripulantes de este sueño que tiene como director a Ethiel Failde, un joven nacido en esta tierra que hace honor a su apellido.

Failde con tumbao es el tercer disco de la agrupación. Le anteceden Llegó la Failde, con dos nominaciones al Cubadisco e incluido por el diario La razón, de México, en su lista de los mejores álbumes de 2017; y Siempre tu voz, junto a Omara Portuondo (Premio Especial Cubadisco 2019). Todos bajo el sello de la casa discográfica más antigua de Cuba.

Es la primera vez que la orquesta, defensora de la música cubana, fundamentalmente del danzón, pone una producción suya a consideración de la Academia Latina de la Grabación. «Failde con tumbao es el resultado de ocho años de trabajo. El álbum nos muestra más maduros. Es una expresión más coherente y lograda de nuestra identidad como orquesta y del repertorio que defendemos y que abarca más de un siglo de música cubana. Entre los invitados están, además de nuestra hada madrina (Omara Portuondo), el gran salsero Andy Montañez, el maestro del violín Federico Britos, nuestro hermano y arreglista de cabecera Alejandro Falcón y el excelente Julito Padrón, que también es matancero. Destaque especial para el trabajo del ingeniero Ignacio Molino, artífice principal de un salto en el sonido de nuestras grabaciones de estudio, junto a Daelsis Pena y Alex Psaroudakis», expresó Ethiel.

—¿Esperaban quedar entre los nominados?

—Nosotros preferimos que los éxitos nos sorprendan trabajando, ensayando, buscando nuevos temas, haciendo lo nuestro del modo que sabemos, con disciplina y pasión. Prestamos mucha atención a nuestra presencia en redes sociales y la comunicación en general, yo respondo personalmente a las personas que nos contactan por Facebook o cualquiera de nuestros perfiles, es algo que valoramos mucho.

«La nominación ya es un premio, de verdad, no es fácil hacer carrera desde Matanzas, siendo una orquesta de jóvenes abrazados a la música tradicional cubana con unos cortos ocho años de trabajo profesional; así que ese reconocimiento nos sorprendió gratamente y nos compromete a “ponernos las pilas” aún más y no bajar la calidad, por respeto al público».

—¿Por qué el danzón?

—Mi vínculo con ese género musical, por increíble que parezca, no empezó por el apellido o la sangre. Cuando cursaba el primer grado en la Escuela José Martí (Matanzas), mi maestra Esther y su esposo Navia, me enseñaron a bailar junto a otros niños, en una labor de verdadera promoción cultural, por eso yo valoro tanto el rol de la escuela, los maestros, los instructores de arte.

«Entré a la escuela de música sin preparación previa y casi por embullo. En mi familia, en mi casa, no se hablaba mucho de estos temas. En sexto grado me di a la tarea de estudiar un poco el género y mi vínculo con Miguel Failde, de quien soy sobrino tataranieto, para presentar una ponencia en un certamen escolar y ahí fue donde comencé a tomar conciencia de este legado.

«La obra de “Miguelito primero” no ha sido debidamente promovida y resguardada, el mejor ejemplo es que de él conocemos solamente Las alturas de Simpson, hasta la reciente grabación que hicimos de su danzón Nievecita, de 1883, como parte de una labor de rescate que hemos emprendido desde la orquesta y con el apoyo de la Dirección Provincial de Cultura, la Egrem, el Museo Nacional de la Música y valiosas investigadoras como María Victoria Oliver y Ada Oviedo.

«En los inicios de nuestra actividad profesional algunos músicos de formación popular no entendían esa apuesta por el danzón, y debí desarrollar un trabajo de formación en ese sentido. Pero hoy uno de mis mayores orgullos es comprobar cómo todos los integrantes de la Failde asumen el danzón con orgullo, uno los ve tocando y sus rostros no mienten, hay verdad en cada nota».

¿Cuándo y en qué contexto nace la Failde?

—La semilla de la orquesta aparece mientras estudiaba en la Escuela Vocacional de Arte de Matanzas, donde uno siempre va creando formatos para determinadas presentaciones escolares o para la «descarga» entre músicos. Mi primer intento fue con un sexteto y un repertorio de tangos, por eso el nombre L’Tang, luego para el festival Cuba Danzón de 2009 es que decidí crear lo que en su momento denominé Orquesta Típica Miguel Failde, porque la intención inicial era acercarme al formato original con el que Failde estrenó el danzón. Esa formación fue cambiando ante las demandas de los danzoneros de mi ciudad y el análisis del contexto sonoro actual. Yo al principio ni siquiera tocaba la flauta, no teníamos piano ni cantantes.

«Nuestro primer concierto como profesionales ocurre el 14 de abril de 2012 en el marco del Taller Internacional de Títeres que organiza Rubén Darío Salazar, ante su convocatoria y en el Patio Pelusín, sede de Teatro de Las Estaciones, comenzó nuestro andar como músicos profesionales y evaluados.

«En estos años hemos recibido, además del Premio Especial Cubadisco 2019, dos Lucas por Almendra y Sobre mi pecho Matanzas; y el Premio Excelencias del Arte 2020 otorgado por el Grupo Internacional Excelencias. Hicimos giras por Canadá, Martinica y Perú como orquesta acompañante de Lizt Alfonso Dance Cuba; nos presentamos en cinco estados de México, incluyendo el famoso Salón Los Ángeles; y en el Kennedy Center de Washington (2018). Hemos grabado o compartido escenario con artistas como Omara Portuondo, Johnny Ventura, Andy Montañez, Federico Britos, Aymée Nuviola, la Aragón y el Septeto Santiaguero».

—¿Qué tal la experiencia de trabajo con Omara?

—Trabajar con Omara es un sueño que nunca nos atrevimos ni siquiera a soñar. Ella es la música cubana en persona, nuestra primera dama de la canción, es un mito viviente. La primera vez que tuvimos la suerte de contar con esa gran artista en una colaboración fue en 2017, cuando grabamos la primera versión de Me desordeno, que sale en nuestro disco más reciente. Luego de ese primer encuentro, en el estudio hemos tenido el privilegio, gracias a su gentileza y a la confianza de su equipo, de acompañarla y presentarnos juntos en Washington, México, Matanzas, Sancti Spíritus, Artemisa, Mayabeque y La Habana. Un momento muy especial lo constituyó la grabación del álbum Siempre tu voz, un encargo de la Egrem en el centenario de Benny Moré.

«Omara enseña sin proponérselo, como máximo referente del estilo cubano de cantar; su maestría en la canción y el feeling es rotunda, ya con verla grabar en el estudio o adueñarse de un escenario, uno aprende. Si su estatura artística no bastara, Omara es una mujer fascinante, sencilla, disciplinada, cuando ella llega (siempre puntual) destierra la tristeza, va de chiste en chiste generando un clima de sonrisas y confianza que te hace olvidar por un momento que estás ante una reina. Cuando entra al estudio o al escenario todos nosotros nos ponemos de pie, nadie nos impuso eso, es el respeto absoluto y el amor a su persona lo que nos impele a recibirla siempre de ese modo. En su próximo disco tenemos la fortuna de acompañarla en un tema junto al cantante español Raphael».

En el disco Failde con tumbao y en sus conciertos en vivo, incluyen otros géneros, además del danzón. ¿Por qué?

—La música popular cubana es muy rica, hay tantos géneros que encadenarse a un único ritmo sería artificial, innecesario. Tal vez la mejor respuesta a esa pregunta es que el propio Miguel Failde en su época, cuando el danzón era hegemónico, incluía en sus conciertos boleros, polkas, valses y otros estilos nacionales o foráneos.

«Nosotros hacemos música cubana y tenemos el danzón como base de nuestro repertorio, lo defendemos y promovemos con pasión, pero hacemos toda la música cubana hasta la timba y un poco más, eso también nos permite llegar a nuevos públicos, a los jóvenes y servir como vaso comunicante».

—¿Lo más reciente?

—La semana pasada estrenamos en nuestras redes sociales el video clip de Concierto en Varsovia, el segundo que se desprende de Failde con tumbao gracias al Ministerio de Cultura y a la Egrem. Una realización de Yeandro Tamayo que nos permite promover la música pero también otras causas e ideas que son importantes para nosotros.

«Estamos enfrascados en la realización de presentaciones online y otras acciones desde las redes sociales para seguir promoviendo el danzón, la música y la vida cultural de Matanzas. En cuanto la Covid-19 lo permita retomaremos la grabación de las obras inéditas de Miguel Failde y Aniceto Díaz, algo que esperamos sea muy útil para los estudiosos de la música cubana y el sistema de enseñanza artística. Y ya hemos comenzado a soñar nuestra próxima producción discográfica, pero por el momento mejor no adelantar nada».

La Failde se mantiene fiel a Matanzas. ¿Por qué?

—Somos de esa ciudad. Es nuestro ámbito natural, las personas que nos abordan en las calles o mis vecinos que son testigos de los ensayos constituyen el termómetro y el mayor estímulo, la comunidad de danzoneros se mantiene vital y al tanto de nuestro quehacer.

«Tenemos el apoyo de las instituciones empezando por la Dirección Provincial de Cultura, eso nos ha permitido sortear los olvidos y malas prácticas de otras instancias.

En tiempos normales nuestra vida se comparte entre Matanzas y La Habana por presentaciones, grabaciones, gestiones y para facilitar el acceso a los medios nacionales de comunicación; en lo personal no puedo estar mucho tiempo lejos de Matanzas y cuando tengo que salir por largos períodos dejo mi alma en garantía».

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