El canciller de México, Juan Ramón de la Fuente, asistió como invitado a la Cumbre de los BRICS. Autor: Tomada de X Publicado: 08/07/2025 | 05:05 pm
Ciudad de México, julio 8.— México rechazó con firmeza las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de castigar a los países que se alineen al BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), conjunción de 21 naciones incluyendo a miembros plenos (10) y asociados (11), cuya expansión continúa en aumento.
México no forma parte de ninguno de los dos segmentos, pero asistió como observador invitado por el grupo, y lo hizo a un nivel alto al representar al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum su canciller Juan Ramón de la Fuente, exrepresentante permanente en Naciones Unidas bajo el mandato del exmandatario Andrés Manuel López Obrador.
En esta ocasión, México expresó su satisfacción por la invitación al coincidir los temas principales de la cumbre realizada el pasado domingo y lunes en Río de Janeiro, y el lema que los identifica: «Fortaleciendo la cooperación en el Sur Global para una gobernanza más inclusiva y sostenible».
La agenda de la cumbre comprendió dos ejes centrales en los cuales el gobierno de la presidenta Sheinbaum tiene un especial interés, pues se trata de uno de los grandes objetivos en política internacional en el que México viene insistiendo desde que su modelo económico y social para el cambio estratégico del país fue puesto en práctica por su antecesor bajo el título de Cuarta Transformación.
Se trata de objetivos muy identificados con los del BRICS, aunque su énfasis principal está en la necesidad del fortalecimiento de una relación integral de toda América, incluidos el norte, el sur, y el Caribe, algo que jamás ha aceptado Estados Unidos, precisamente el principal socio comercial de México, absolutamente contrario a una integración del tipo de la que impulsa esa nueva organización.
Más aún, la posición de rechazo de EE.UU. a la pujante agrupación escala con el actual presidente Donald Trump, y de una concepción negativa hacia su existencia, pasó a la agresión comercial al amenazar a todos aquellos gobiernos dentro y fuera del continente, a castigarlos con un impuesto de 10 por ciento a los productos que exporten a Estados Unidos, si sostienen algún tipo de relación o se incorporan al BRICS.
Tal actitud del vecino provocó una fuerte reacción de la presidenta Sheinbaum quien en su conferencia de prensa matutina respondió inmediatamente a Trump suscribió el rechazo del grupo BRICS a la amenaza trumpista.
La relación entre países debe ser de cooperación para el desarrollo, siempre; esa es nuestra posición. Además, es una posición no sólo por convicción, sino que está establecida en nuestra Constitución. Esa debe ser siempre la posición de cualquier presidente o presidenta de México, le aclaró en forma directa al socio del norte.
Su rechazo a la estrategia del miedo que aplica su vecino, lo reafirmó al reiterar que su gobierno defiende dos propuestas que tampoco han encontrado eco en la Casa Blanca e insistió en ellas en la cumbre de Río. La primera es que a escala global se destine uno por ciento del presupuesto que se gasta en fabricación de armas a un programa de reforestación mundial y apoyo basado en Sembrando Vida (el gigantesco plan de reforestación que se aplica en México y extendió a algunos países de Centroamérica y el Caribe), y otra, celebrar una cumbre del desarrollo para el bienestar.
Ambas ideas, dijo, las planteó el gobierno tanto en la reciente reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), como en el G7 y ahora en la cumbre de los líderes del BRICS.
México sería un país clave para los BRICS por la posición geográfica que ocupa en la región, pero sobre todo porque hoy en día ocupa la decimotercera posición mundial en el desarrollo económico y al término del actual sexenio debe pasar al décimo, de lo cual no queda dudas a los especialista por el ritmo de crecimiento acelerado que está registrando desde que la Cuarta Transformación rige los destinos de una nación con 127 millones de habitantes y dos millones de kilómetros cuadrados con un territorio extremadamente fértil y colmado de grandes recursos naturales y abundante tierras raras.
Sin embargo, el gobierno enfrenta complicaciones para integrar el bloque como miembro pleno, e incluso como asociado, por determinados compromisos y acuerdos que lo atan, lo cual no significa su interés de jugar un papel importante en el objetivo unificador y de colaboración e integración del BRICS.