El tiempo parece que no ha pasado detrás de los barrotes del viejo ventanal. La voz, intacta. Los acordes, precisos. Los recuerdos, nítidos. Canciones que llegan como marejadas y estrujan hasta las más hieráticas personalidades…
El mito —un mito verdadero— no acabó aquel 11 de enero de 1980, la fecha en que ella dejó de respirar, atacada por una enfermedad pulmonar. De seguro, a partir de entonces comenzó un viaje a otros espacios para abrazar a su padre, Manuel, el hombre que le contaba historietas de Céspedes y Martí con los ojos repletos de luciérnagas y el traje de médico lleno de estremecimientos.
Esa costumbre popular de tirar un cubo de agua para la calle a fin de espantar las malas energías y abrirse al optimismo, fue una expresión genuina del último instante del pasado año.
Mucha falta hace asumir ese estado de ánimo a favor del prog...
Si fuera una simple frase uno pudiera sonreír, creer que se trata de un absurdo o hasta pensar que es un eslogan lanzado en medio de una circunstancia de apremio.
Pero no. Resulta una oración demasiado seria, soltada en distintos escenarios, a veces con aires de altivez. «No es el momento oportuno», dicen e...
Con tantas carencias, la mesa familiar es un rompecabezas con muchas fichas ausentes, incluidas las del mamífero nacional y otros condumios. Y cualquier bocado suplementario puede obrar la suma en muchos sentidos.
La Revolución cumple 65 años y yo con ella, aunque con una diferencia a su favor: mientras yo envejezco inexorablemente por ley de la vida, justo en el año ideal para que me jubile ella podría estarse renovando de nuevo. Así sea.
Dice el profesor mexicano Alfredo Jalife-Rahme Barrios, uno de los más importantes analistas de temas internacionales en América Latina, que la política es algo muy parecido a una orquesta sinfónica. La comparación aparece en una serie de analogías muy sencillas, pero demasiado contundentes.
Más que levantar copas acristaladas, prefiero afincar los pies en el suelo amado y reafirmarme en la lucha por la vida y por esa condición salvadora que llamamos esperanza.
Al concluir 2023, nadie puede decir que ha sido fácil. Todos hemos perdido algo. Algunos, besos o abrazos; otros, instantes de intimidad, sonrisas o apretones de manos. Hay quien perdió la tranquilidad y el sosiego, la salud o la paz, y otros —diría yo que los más desdichados— perdieron la vida. Ahí sí no hay consuelo, salvo el tiempo.
En un mundo cada vez más globalizado y con una economía en constante cambio, es esencial que los gobiernos locales implementen políticas que regulen y supervisen el mercado para proteger a los consumidores, tal y como se propone en el Estado cubano para el 2024.