Acuse de recibo
El pasado 10 de junio se publicó aquí la denuncia, desde el Casino Deportivo, en el municipio habanero de Cerro, de Fernando Perera Cumerma, quien reveló que hacía más de tres meses que su teléfono estaba sin corriente. Y cuando lo reportó le dijeron que, al igual que otros equipos en el barrio, presentaba problemas con el par, cuya solución requería la intervención de una brigada especializada.
Desde entonces, Fernando llamaba al 113 y recibía la misma respuesta. Llamó al 118 y le dijeron que debía personarse a plantear el problema en un centro muy lejano, en el municipio de Diez de Octubre, al que le costaba acceder, dada su edad casi octogenaria, y sin transporte.
La mencionada brigada, decía, fue en varias ocasiones al reparto, reparó los pares de vecinos muy cercanos, pero no llevó la orden para arreglar el de Fernando y otros muy próximos.
Planteaba Fernando la avanzada edad de él y de su esposa, que necesitan tener asegurada una vía de comunicación disponible ante cualquier situación de emergencia. Y le preocupaba que ante tales situaciones, Etecsa le obligue a ir a una oficina a plantear personalmente un problema como último recurso; alternativa no siempre garantizada, después de que lo ha planteado previamente por dos vías telefónicas habilitadas para ello.
«¿No es eso burocratismo absurdo?, preguntaba. ¿Se aprovecha la presencia de la mencionada brigada en una zona para que realice la mayor cantidad de reparaciones posibles? Eso sería organización, eficacia y eficiencia. El país confronta serios problemas con el combustible y se hace un continuo llamado a su ahorro. ¿En este caso se está dando la debida respuesta?», concluía.
Responde Laura Castillo Carballido, directora de Protección al Consumidor y Atención a la Población de Etecsa, que, como se explicó a Fernando, el cable que soporta ese servicio y otros instalados en la zona, se encontraba afectado técnicamente. Y su reparación implicó trabajos previos de mayor envergadura, para que luego los reparadores pudieran intervenir con sus labores habituales, del poste telefónico a la vivienda.
Precisa que el teléfono de Fernando había quedado restablecido el 7 de mayo de 2025. Y durante el período en que tuvo la interrupción, se hicieron los ajustes correspondientes a los días sin servicio en sus facturas mensuales.
Añade que Fernando fue visitado por especialistas, quienes le explicaron los detalles de las complejas labores que se llevaron a cabo para restablecer los servicios afectados en la zona. Y en el encuentro se le explicó que, cuando él reiteró su reporte y aún no estaba la solución, había otros niveles o instancias donde los clientes pueden reclamar su inconformidad, como lo es la atención personal del Jefe del Centro de Telecomunicaciones, opción que le fue sugerida, aunque no resulta una opción imprescindible, y queda a decisión del cliente.
Se agradece la solución del problema y la respuesta al respecto; aunque no se esclarece un elemento apuntado por el cliente: ¿se aprovechan los trabajos en una zona para hacer la mayor cantidad de reparaciones posibles de una vez, y no tener que volver y volver, con el gasto consustancial de combustiuble, tan escaso hoy?
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