Los protagonistas del programa aseguran que este dejó en ellos una huella tanto en lo personal como en su futuro profesional. Autor: Cortesía de los entrevistados Publicado: 12/07/2025 | 07:51 pm
Cultura 3.0 es ya un hecho. Después de semanas de grabaciones, desafíos, risas, tensiones y pasión, el programa llegó a la pequeña pantalla este verano. Así, tendrá hoy su segundo episodio, como un espacio hecho por y para ti, con un amplio abanico de los temas que te gustan: cultura, redes sociales, música, juegos, cine, curiosidades y mucha vibra joven. Dentro de unas horas vuelve, por el Canal Educativo, exactamente, a las 12 del mediodía.
Con idea original, guion y conducción del profesor Yosdey Dávila Valdés, director de Producción de la Empresa Cubana de Informática y Medios Audiovisuales (Cinesoft) perteneciente al Ministerio de Educación (Mined), este «innovador» programa busca conectar a los adolescentes y jóvenes con los mejores valores de la cultura cubana y universal —entendida en un sentido amplio— a través de una mezcla dinámica de entretenimiento y aprendizaje.
«Es una apuesta por la descolonización cultural, pues busca empoderar a las nuevas generaciones al ofrecerles una perspectiva crítica sobre su entorno cultural. En la competencia se utilizan los recursos que ha producido Cinesoft para las instituciones educativas, además de integrar plataformas y recursos digitales educativos para hacer que el aprendizaje sea accesible y divertido».
El también Doctor en Ciencias Pedagógicas apuntó que hizo realidad Cultura 3.0 a partir de un concurso que convocó el Canal Educativo para proponer programas para el verano. «Hacía tiempo que venía pensando en un proyecto que pudiera vincular elementos tecnológicos desde los que hace Cinesoft y visibilizar un poco más todas las herramientas educativas que elaboramos. Esta fue una puerta abierta.
«El programa lleva ese nombre porque está inspirado en la web 3.0, esta generación web que permite la gamificación, los videojuegos, la inteligencia artificial…», detalló Dávila Valdés, quien ratificó que se trata de un certamen de participación con estudiantes de preuniversitario, integrado por dos equipos: los nativos y los creativos, los cuales competirán por un reconocimiento basado en sus saberes.
Precisamente, para lograr ese propósito esta competición —donde sus protagonistas utilizan dispositivos móviles para interactuar durante los segmentos— incluye cuatro secciones enfocadas en la interacción y comunicación, utilizando recorridos virtuales y ciencias interactivas, lo que les permite jugar y apropiarse de la cultura de forma activa y creativa.
Los otros protagonistas
Si en algo coinciden Fabio Corujo Baeza, Claudia Patricia Secilio Minott y Luis Ernesto López Cazorla, tres de los participantes en Cultura 3.0, quienes fueron seleccionados tras una convocatoria que hicieran en su preuniversitario Tomás David Royo Valdés del Vedado capitalino, es que este programa les ha ofrecido «una familia, un gran grupo de amigos y un equipo maravilloso»; y les ha permitido «conocer muchas cosas curiosas».
Fabio asegura que antes de entrar al proyecto sabía muy poco del cine cubano. «Había visto algunas películas famosas como Fresa y Chocolate, La muerte de un burócrata, Clandestinos…; sin embargo, este programa me enseñó a apreciar el séptimo arte desde otro punto de vista, conocí la historia de grandes directores como Tomás Gutiérrez Alea, Juan Carlos Tabío, Julio García Espinosa, entre otros; así como también aprendí de algunos actores y actrices como Daysi Granados, Silvia Planas, Mirtha Ibarra, Luis Alberto García…
«Lo que más me encantó del programa es que a diferencia de otros, este aporta conocimientos desde un ambiente de juegos y diversión, lo cual es muy importante para nosotros los jóvenes», afirma y añade que «cada momento que pasé junto al equipo fue especial aun cuando habíamos tenido muy poco contacto en la escuela. Tuvimos experiencias maravillosas, solo el hecho de grabar los reels fue espectacular».
En Claudia Patricia, Cultura 3.0 dejará, también, huellas, tanto en lo personal como profesionalmente, pues «aportó información y valores que permanecerán a largo plazo, fundamentalmente sobre la cultura de nuestro país. Este espacio lo defino como aprendizaje y diversión, es la manera más sencilla de aprender con alegría. No imaginaba que existían tantas aplicaciones que aportan al aprendizaje, y mejor aún, que son creadas en nuestro país por excelentes profesionales», dice satisfecha.
Y Luis Ernesto asevera que todo lo que comenzó como un juego trascendió y pudo ver más a fondo como era el tema de la televisión y estar en pantalla. «Además, me ha servido sobre todo de preparación cultural integral para el hoy y el mañana. «Este programa ha sido una propuesta muy innovadora pues transmite los conocimientos con otros métodos para así llegarle mejor desde nosotros a todos los jóvenes que lo visualicen.
«Lo que más me llamó la atención fueron las aplicaciones que utilizamos. La verdad que te dan otra perspectiva de como ver la historia, la literatura, el cine y, sobre todo, nos permite enamorarnos de asignaturas que recibimos todos los días y no le damos la importancia que merecen. Al emplear las nuevas tecnologías en la enseñanza uno se siente más motivado», destacó.
¿Un profesor en verano?
Esos mismos sentimientos que comparten los participantes en el programa son los que se propuso Yosdey con Cultura 3.0, no solo para ellos, sino también para quienes se sienten frente a la pantalla chica. Al joven profesor, igualmente, le aportó muchísimo, aunque ya había «jugado» con sus estudiantes y habían hecho espacios presenciales, lograrlo en televisión fue otra dinámica.
«La complejidad de trabajar con cuatro cámaras y producción televisiva
—que lo hago por vez primera— fue un nuevo desafío. Esto me llevó a estudiar más sobre las aplicaciones que elaboramos en Cinesoft y su uso en un entorno diferente, promoviendo la soberanía cultural y tecnológica. Las aplicaciones pueden ser descargadas en Cubaeduca de manera gratuita y las películas que se enuncian están en Picta.
«Además, se establecieron alianzas con la Asociación Hermanos Saíz y el Canal Educativo y el Mined, también, estuvo muy vinculado con este proyecto. Se trataba de entender a un maestro que jugaba con sus alumnos en el verano y podía ofrecer un rato divertido desde conocer del cine cubano, de mujeres de la ciencia, de laboratorios virtuales de Química y Biología, de simuladores de Física… En verdad fue una experiencia maravillosa y transformadora».
—¿Cuál fue el momento más feliz de estos meses de grabación? ¿Cuál el más tenso?
—El momento más feliz del proceso fue cuando los estudiantes demostraron sus habilidades y me decían, profe, he aprendido mucho del cine cubano o me he preparado bastante con determinada herramienta y eso me ha permitido ser mejor estudiante, enfrentar mejor la realidad. Eso es muy importante.
«El momento más tenso fue manejar la competitividad entre los alumnos, de que entendieran de que era un juego, porque muchas se centraban en ganar, ganar, ganar todo el tiempo…, y experimentaban insatisfacciones. La dinámica del programa, donde los estudiantes alternaban roles en diferentes equipos, también contribuyó a esos momentos de tensión.
—¿En el contexto que vivimos cómo lograr que las nuevas generaciones se apropien de los mejores valores de la cultura cubana y universal?
—Esa es una inquietud que siempre he tenido como maestro, independientemente de que ahora desde Cinesoft estemos viendo otras posibilidades, y es explorar esos valores de una manera diferente, utilizando dinámicas de comunicación actuales y redes sociales con reel, shorts, infografías…, que los adolescentes y jóvenes consumen mucho en la actualidad. Por eso, el programa incluye espacio para la interacción en redes donde los participantes podrán compartir recursos y generar contenido.
«El fin es acercarse a los jóvenes, comprometerlos con el proyecto y visibilizar el movimiento de generación de contenido educativo en Cuba, promoviendo formas atractivas de apropiarse del conocimiento y que pueda de alguna manera entenderse que hay muchas formas para pasar el tiempo libre, para apropiarse activamente del conocimiento y, sobre todo, que siempre podemos aprender algo nuevo… Esa es la aspiración esencial que tiene Cultura 3.0».