Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Leuris con ojo de plata

Leuris Pupo agradeció el resultado olímpico al equipo completo de tiro y a países como El Salvador, Perú y España, donde han podido desarrollar bases de entrenamiento

 

 

Autor:

Norland Rosendo

TOKIO.― En sus sextos Juegos Olímpicos y con 44 años de edad, Leuris Pupo volvió al podio de la pistola tiro rápido a 25 metros, la misma prueba que lo vio coronarse en Londres 2012.

La suya es una medalla a la consagración, la voluntad. Si un deporte agoniza por la falta de recursos materiales ese es el tiro, al que el bloqueo estadounidense ha privado de adquirir balas y tecnologías.

Pero quienes practican el tiro en Cuba no se han dejado amedrentar por esas carencias y siempre buscan alternativas. Así, Leuris vuelve al podio, en un resultado que engrandece el trabajo de ese deporte.

«El grupo que avanzó a la final es conocido, hemos participado en unos cuantos torneos y me sentía bien. Si pude en Londres, por qué ahora no, me dije».

Pupo agradeció el resultado al equipo completo de tiro y a países como El Salvador, Perú y España, donde han podido desarrollar bases de entrenamiento.

«No es un secreto que en Cuba tenemos dificultades con las municiones, las armas y otras tecnologías, pero nosotros buscamos siempre variantes para no dejar de prepararnos».

Como dice el entrenador Meinardo Torres, donde único la palabra éxito aparece primero que trabajo es en el diccionario. Para tener resultados hay que consagrarse, entregarse y sobreponerse a los problemas.

Pupo entró de quinto en la final y solo fue superado por el francés Jean Quiquampoix, quien estaba en tarde de lujo. Fue una competencia de alto nivel, al extremo que el campeón de Río de Janeiro 2016, el alemán Christian Reitz, no pudo avanzar a la instancia decisiva.

El holguinero se mostró sereno y muy confiado en sus posibilidades. En la medida en que avanzaba la competencia se iba afincando en zona de medallas.

«Sí sentí presión desde el principio, es normal en Juegos Olímpicos, pero me enfoqué en un buen resultado, y aquí está mi medalla. Estoy muy feliz», dijo en su diálogo con la prensa cubana acreditada.

«Esta presea no solo es de Leuris Pupo, sino de la familia del tiro cubano, que va a seguir aportando éxitos en los siguientes años, como mismo ha hecho hasta ahora»

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