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Volcanes

Exploremos esta tierra de volcanes que es El Salvador

Autor:

Enio Echezábal Acosta

El Salvador es tierra de volcanes. Basta con mirar al detalle su bandera para descubrir  en el centro del escudo una clara referencia a los 23 «titanes» que se pueden encontrar distribuidos por su geografía, marcada por la influencia del Cinturón de Fuego del Océano Pacífico.

Entre todos, el más famoso es el San Salvador, localizado a solo 11 kilómetros de la capital del país. Este gigante, cuya última erupción data de 1917, tiene características similares a la del Vesubio y entra en la categoría número 5 (de 8) del índice de explosividad volcánica (IEV).

Este coloso de magma, roca y ceniza, también llamado Quezaltepec, está compuesto por dos macizos principales: El Picacho, ubicado a 1959 metros sobre el nivel del mar (msnm) y El Boquerón (1839). A su alrededor se cuentan también los cráteres inactivos conocidos como La Joya, Puerta de la laguna, El Jabalí (volcán joven e inactivo), Laguna de Chanmico, Boqueroncillo, Los Chintos, El Playón y la laguneta La Caldera.

Luego tenemos al volcán San Miguel, conocido como Chaparrastique (2129 msnm; IEV 3) y localizado en la cordillera de Chinameca. Su nombre puede traducirse como «tierra calurosa del chaparro o tierra del calor» y según los reportes, sus últimos indicios de actividad sucedieron en 2022, cuando expulsó cantidades bajas de gas y ceniza durante varias horas.

El Santa Ana, alias Ilamatepec, o «cerro padre» (IEV 3) está en la cordillera de Apaneca y es el más alto de los cuscatlecas (2 381 msnm). La oportunidad más reciente en que se le vio «agitado» fue en 2005.

El volcán más joven y a la vez «tranquilo» del país es el de Izalco (IEV 1; 1950  msnm), llamado el Faro del Pacífico, cuyo nacimiento tuvo lugar presumiblemente en 1770, cuando una oquedad en la falda del Santa Ana comenzó a soltar humo y cenizas.

Por contraposición, tenemos a un «abuelo» extinto desde hace 25 000 años. Se trata del Cerro Verde (2030 msnm) o Cuntetepeque, el cual está cubierto actualmente por un espeso bosque nebuloso. Igual que el Santa Ana y el de Izalco, está dentro del parque nacional Los Volcanes, y a su alrededor se encuentra una flora y fauna muy ricas.

También entre los volcanes «fuera de circulación» se destaca el San Vicente o Chinchontepeq, el segundo más alto de esta nación con 2173 msnm. En sus proximidades hay manantiales de aguas termales y se ubica el valle de Jiboa, una de las zonas más fértiles del país.

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