Lazo y Naryshkin, durante la cancelación del sello postal por los 55 años del restablecimiento de relaciones diplomáticas. Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 21/09/2017 | 06:08 pm
Cuba y Rusia viven un momento de verdadero auge de las relaciones políticas, económicas y comerciales, afirmó Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, durante su conversación oficial con Serguei Naryshkin, presidente de la Duma Estatal del gran país euroasiático.
El diálogo, efectuado en el Hotel Nacional de Cuba, marcó este martes una jornada en la cual se desarrolló el encuentro «La cooperación soviético-latinoamericana durante la Segunda Guerra Mundial y la actualidad», este último con la asistencia de estadistas, diplomáticos e historiadores de varias naciones.
En sus palabras al visitante y a la delegación que le acompaña, Lazo manifestó satisfacción por la marcha de las relaciones bilaterales y comentó el interés de que los intercambios económicos se coloquen al nivel de esos vínculos de excelencia.
Lazo elogió los resultados de la visita del presidente Vladimir Putin a Cuba, en julio de 2014, y de las sesiones de la Comisión Mixta intergubernamental —que ha trabajado en Cuba y en Rusia— y tuvo palabras de reconocimiento para la solidaridad de la Duma Estatal rusa con la causa de la excarcelación de los Cinco héroes antiterroristas cubanos, ya libres en nuestra tierra.
El Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular explicó al visitante detalles del proceso de actualización del modelo económico que emprende el pueblo cubano, de las conversaciones con la Unión Europea para dejar atrás una política obsoleta y del proceso para la normalización de las relaciones con Estados Unidos, que no se podrán considerar alcanzadas mientras existan el bloqueo, un pedazo de Guantánamo en manos extranjeras y transmisiones subversivas contra Cuba desde el exterior.
Entre las propuestas del líder parlamentario cubano al visitante estuvo la de la actualización del Convenio de colaboración interparlamentaria firmado en diciembre de 2010.
Por su parte, Serguei Naryshkin compartió su complacencia por haber cumplido el sueño de venir a La Habana y declaró gran respeto por el «pueblo hermano de Cuba» que durante muchos años ha vencido asombrosas pruebas. El Presidente de la Duma Estatal rusa señaló que su país siempre ha estado al tanto de Cuba y se ha alegrado de sus éxitos.
Antes de esas conversaciones había dado inicio el encuentro académico sobre la cooperación de América Latina con Rusia durante la Segunda Guerra Mundial y en la actualidad —a 70 años de la victoria sobre el fascismo—, auspiciado por el Instituto Bering Bellingshausen para las Américas (IBBA), la Sociedad de Historia de Rusia, el Instituto Superior de Relaciones Internacionales Raúl Roa y el Instituto de Historia de Cuba.
Los ponentes señalaron la contribución latinoamericana a esa batalla por la humanidad, en la cual fue decisivo el aporte soviético, y destacaron que traicionar, con mentiras, a los millones de hombres y mujeres que no volvieron del frente puede conducir a nuevas tragedias.
Un momento especial en la sesión de la mañana fue la entrega a Cuba de un busto del primer navegante cósmico de la Historia, Yuri Gagarin —que permanecerá en el Hotel Nacional que él visitara—, recibido por la rusa Valentina Tereshkova, primera mujer cosmonauta del mundo, y por el General de Brigada cubano Arnaldo Tamayo Méndez, primer cosmonauta de América Latina, quienes comentaron el cariño de Gagarin por nuestra Isla.
También resultó emocionante la entrega de diplomas rusos a descendientes de héroes cubanos de la Segunda Guerra Mundial.
En el propio horario matutino, Lazo, Naryshkin, el viceministro de Relaciones Exteriores cubano Rogelio Sierra Díaz y el embajador ruso en Cuba, Mikhail Kamynin, entre otras personalidades, cancelaron un sello postal que rinde homenaje al restablecimiento, el 8 de mayo de 1960, de las relaciones diplomáticas entre La Habana y Moscú, que habían sido rotas en 1952 por el dictador Fulgencio Batista, sin contar en ello con el respaldo del pueblo cubano.