Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Invierno (De la serie Vocablos olvidados)

Autor:

JAPE

A principios de este mes, cuando llovió y refrescó un poco el clima, un amigo me preguntó si el invierno había llegado. Yo me quedé pensativo porque no lograba discernir la intención de la pregunta. En nuestro país no están bien definidas las estaciones (me refiero a primavera, verano, otoño e invierno) y más bien solo existen dos períodos que se denominan época de lluvia y época de seca. 

De igual modo, el cubano acostumbra a llamar invierno a esos días en que baja un poco la temperatura y llega el momento idóneo para sacar las enguatadas, los abrigos, los pompones, los guantes y las chaquetas deportivas del Cuba y de otros países. No saca unos esquíes y los patines de hielo porque hay muchos baches.

Lo cierto es que cuando me hablaron de invierno recordé la serie que está realizando mi amigo Floro sobre los vocablos olvidados y me pareció que ese podría ser uno de ellos. Lo digo por varias razones, entre ellas, y si ustedes recuerdan bien, el año pasado no tuvimos un día de verdadero invierno. Apenas hubo unas brisas suaves que no pudimos disfrutar a plenitud. Y como los frentes fríos vienen del norte yo creo que el culpable está entre el fenómeno El Niño y el bloqueo.

Hay otras condicionantes que me hacen pensar que el invierno ha sido olvidado o al menos trastrocado. Antes, digo hace años, ya desde octubre refrescaba considerablemente. Lo recuerdo porque en las fotos de mis cumpleaños de niñez (en el décimo mes, al igual que ahora, eso sí no ha cambiado) siempre me ponían un suéter tejido con hilo de estambre para la fiestecita y para pasear. Paradójicamente había frío, pero no había arbolitos de navidad. No, al menos en las tiendas y otros centros estatales. 

En aquella época, al igual que en muchos países, sobre todo desde comienzos de diciembre, se hacían palpables las ofertas de rebajas en los comercios. Ya no es así. Más bien la tendencia es a subir los precios de manera despiadada. Será para que te quedes frío y estés acorde con la temporada del año.

Se ha ido perdiendo también comer pavo el 24 y cerdo el 31 de diciembre. Para lograr cumplir con este requisito, desde que entraba el último trimestre del año, la gente se centraba en ese tema y trataban de asegurar ambas carnes para que no le cogiera tarde y evitar que su esposa empezara con la misma matraquilla: «¡Ya todo el mundo tiene la carne del fin de año y aquí lo único que hay es huevo!» No, no… ya nadie se preocupa por eso, ni las esposas comentan nada.

Otra de las costumbres que parece que ha sido olvidada, junto al vocablo sustantivo que denomina la estación de las bajas temperaturas, es el intercambio de bebidas alcohólicas. En casi todas las moradas (y en otras casas de distinto color), cuando llegabas de visita eras bienvenido con una cervecita o un traguito de buen ron, vodka, whisky… incluso crema de vie o «lechita», como se le conoce popularmente. Hace varios inviernos que esto no sucede, aunque tengo la ligera impresión de que este año sí retomaremos al menos la costumbre del intercambio de bebidas, pero será de infusiones: «¿Quieres un vasito de cocimiento de hoja de naranja, de jengibre, orégano, manzanilla…?». Eso se llama estar a tono con los tiempos. Lo digo porque ya me ha pasado y apenas han bajado unos grados en los termómetros.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.