Reconoscámoslo: la del titular es una de las preguntas más insolentes que puede alguien hacerle a su interlocutor, que recibe la llamada al otro lado del teléfono…
Nos ha llevado el dedo sobre la llaga ese informe de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) develado el martes, donde se consignan las partidas millonarias que esa entidad-pantalla de Washington ha seguido entregando a los golpistas hondureños, descontando algunos recortitos magros y cosméticos.
¿Y qué dice por fin en detalle ese acuerdo que ha levantado todas las talanqueras en Colombia a los militares gringos, y convertido a ese territorio en trampolín del Comando Sur?
La guagua estaba repleta y el chofer, en buen cubano, tenía «la pata caliente». Si les digo que eran las tres de la tarde deben intuir, y hasta sentir, que el calor estaba en su apogeo. Para colmo de males, la música amplificada, salida de un reproductor instalado en el ómnibus, casi rompía los tímpanos a todos.
Hace ahora 50 años se inició el primer curso escolar de la Revolución, presidido por una frase del Apóstol que sirvió de guía para todo el esfuerzo educacional del naciente proceso revolucionario en nuestro país: «Ser culto es el único modo de ser libre». Y como un símbolo inequívoco de la voluntad del Gobierno revolucionario de darle cumplimiento al programa expuesto por Fidel en su alegato de autodefensa en el juicio del Moncada, Raúl Castro y Camilo Cienfuegos hacían entrega, el 14 de septiembre de 1959, a nombre del Ejército Rebelde, del antiguo campamento de Columbia para convertirlo en lo que sería la ciudad escolar Libertad. Con este motivo, saludo a profesores y alumnos y a todos los que han hecho posible la colosal obra educacional de la Revolución en estas cinco décadas, junto al homenaje a Fidel, inspirador de esa gran proeza que trasciende nuestras fronteras y es reconocida internacionalmente.
En mi barrio la capacidad de asombro no se agota. Como la médium que cautivó al célebre periodista y escritor Gay Talese, pero sin proclamar que son «clarividentes, clarioyentes y clarisensuales», aquí hay gente que se las trae sin creerse favorecida por fuerzas del más allá.
Parecía cosa de trámite: que las elecciones legislativas del próximo 27 de septiembre en Alemania serían solo «coser y cantar» para la conservadora Unión Cristiano-Demócrata (CDU), de la canciller federal Ángela Merkel. Total, su más cercano perseguidor, el Partido Socialdemócrata (SPD), está en un aparentemente insalvable barranco, con 14 puntos menos en las simpatías de los votantes. La señora cae bien, sencillamente, y la CDU se anota los goles…
A excepción de aquel espejo engañoso que en el oro de mi infancia le aseguraba a la bruja que era la más hermosa del mundo, esas lunas de plata están hechas con el azogue de la sinceridad. Nos devuelven la imagen tal cual somos, con los surcos y las nieves del tiempo.
Subió la turba de adolescentes, y de jóvenes no tan tiernos. Casi todos iban descamisados y sudorosos. El aire se tensó como si algo estuviera a punto de estallar dentro del ómnibus conocido como el «rutero» Ocho en La Habana.
«¡A ver, dime por qué!» casi me gritaba una amiga, con ese humor tan suyo, mezcla de risa y enojo, en una reciente conversación. «Si mi novio se para en una esquina y enseña sus bíceps y sus tríceps no pasa nada. ¡Él es el tipo! Le cuesta muy caro el gimnasio para que, luego, no pueda exhibir “el producto”. Sin embargo, si yo solo me levanto un poco la blusa, en plena calle, me llaman bruta con P. Y eso no tiene otro nombre que machismo social».