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Piezas destinadas a obras del Desarrollo Local en Isla de la Juventud. Autor: Roberto Díaz Martorell Publicado: 03/12/2020 | 03:22 pm
Nueva Gerona, Isla de la Juventud.— El joven Amaury Pérez Tabera, jefe de brigada del combinado del mármol, asegura que una de sus mayores satisfacciones es ver cómo se convierten las rústicas piedras de la cantera en piezas utilitarias u ornamentales.
«Me levanto temprano y salgo para el combinado. Primero se realiza el protocolo de bioseguridad sanitaria a todos los trabajadores y luego orientamos la tarea del día. El trabajo no es difícil cuando te gusta y estás preparado. En mi caso, conocer a cada uno, su actitud y capacidad ayuda mucho para sacar el máximo provecho.
«Como jefe de brigada tengo la responsabilidad de orientar, chequear y controlar la producción de ocho hombres, la mayoría jóvenes, y siempre disfruto ver cómo las piedras brutas se convierten en piezas de piso, adornos, mesas, bancos… todas con calidad y buen gusto estético», confiesa.
«Siempre hablamos mucho con la gente y conocemos sus problemas, tanto laborales como personales, para juntos buscar soluciones que no afecten la calidad y el aprovechamiento del trabajo; chequeamos los equipos e iniciamos la jornada laboral en el área de corte y pulido, según la planificación del día.
«En la empresa sobra la disciplina. Funciona el reglamento y eso garantiza estabilidad en la producción. Además somos muy rigurosos con los mantenimientos a los equipos para que el proceso no se pare: eso garantiza vitalidad y sostenibilidad del proceso industrial.
Obreros jóvenes insertados en el proceso industrial del mármol en Isla de la Juventud. Fotos: Roberto Díaz Martorell
Pertenencias y descontentos
La primera visión que tienen los visitantes en Isla de la Juventud son sus lomas, constituidas por mármoles con más de 140 millones de años de evolución, y los primeros intentos de explotar este recurso con fines comerciales datan de 1845, cuando se instalaron las primeras máquinas de vapor de las que se tiene noticia en Cuba para beneficiar mármoles. De aquellos talleres solo quedan las ruinas y la tradición.
El 95 por ciento de las piezas que se producen con el mármol de esas canteras salen para La Habana, y el resto se emplea en obras locales, según la demanda del territorio.
«Entre las deficiencias que todavía tenemos puedo mencionar la lenta transportación en el puerto de las piezas acabadas, lo cual demora la facturación —reflexiona el joven Pérez Tabera—. También el desgaste de algunos equipos en la cantera… Ya tenemos relevo para algunos aquí, pero no se han puesto en marcha, el proceso inversionista tarda y es algo que estamos esperando, porque mejorará la extracción y humanizará el trabajo en el yacimiento.
«Aquí los procesos están muy bien organizados, y me satisface enormemente el sentido de pertenencia de los trabajadores por la empresa, y su empeño, ya que todos los meses se cumple el plan de producción.
«Esta empresa lo es todo para mí, porque nos da de comer a mí y a mi familia. Por eso todos los días me levanto para hacerlo mejor», expresó el joven jefe de brigada.
Reservas para rato
Extracción en los yacimientos de mármol en Isla de la Juventud. Fotos: Roberto Díaz Martorell
El geólogo José Tomás Córdova explicó en el documental Mármol Pinero, realizado por el telecentro local Isla Visión, que este es un tipo de roca metamórfica de origen sedimentario, formada a través de un proceso geológico en el que predominaron las altas presiones y elevadas temperaturas durante largo tiempo.
«Es una roca resistente a las agresiones de la intemperie, que mediante un proceso artificial puede adquirir una superficie tan pulida como la de un espejo. Luego de ese proceso revela con mayor nitidez sus colores, entre los que predominan tonalidades grises, debido a la presencia de grafito, y esas impurezas son las mismas que dieron exclusividad a la playa Bibijagua con sus arenas negras».
En el material Córdova aseguró que las reservas de mármol son abundantes en la Isla de la Juventud. «Uno solo de los yacimientos basta para extender su explotación durante varios siglos. La disponibilidad de mármol gris Siboney está por los 348 000 metros cúbicos, y del Perla por 210 000 metros cúbicos», acotó.
El mármol trascendió las fronteras de la Isla de la Juventud para su uso en construcciones y obras de arte. En los años 80 tuvo lugar el mayor cambio en la historia de la explotación del mármol en este territorio con la apertura del combinado Nelson Marrero.
Jacinto Castillo, al frente de la producción de piezas especiales en 2011, comentó en el reportaje Renacer de un ícono, publicado en JR, que el mármol de la Isla de la Juventud es de color gris (Perla o Siboney) y a muchos no les gusta porque lo ven en los hospitales, la policía, cementerios… «Pero el problema no es de la piedra, sino de la colocación. El albañil suele poner las losas como albañil y no mira la obra como un artista; este mármol es exigente a la hora de colocarlo; debido a las vetas que tiene necesita una colocación cuidadosa para que armonice», dijo entonces.
Nuevos equipos que humanizarán el proceso de extracción en la cantera en Isla de la Juventud esperan su puesta en marcha. Foto: Roberto Díaz Martorell
Jesús Pérez Bermúdez, director del combinado, informó que la línea principal es la fabricación de losas de 80 por 40 centímetros; 40 por 40; 60 por 30 y 30 por 30, así como la producción de adoquines. Otra línea se dedica a producir piezas especiales, como planchas de grandes dimensiones y pedidos diseñados por los clientes. «Tenemos una variada producción, de acuerdo con el gusto del consumidor», comentó.
Entre las obras emblemáticas en las que se ha utilizado mármol pinero figuran la entrada del túnel de La Habana, el Monumento a Martí en la Plaza de la Revolución, y varias construcciones en Varadero.
Hoy se utiliza en los pisos de nuevas casas concebidas en el Plan nacional de la Vivienda (en este territorio), y en obras incluidas en el programa de Desarrollo Local. Además se expende en los puntos de venta para la rehabilitación de los hogares pineros.
Pérez Bermúdez confirmó que en Isla de la Juventud hay mármol para rato y experiencia para su producción. Esta industria contribuirá considerablemente al desarrollo económico del territorio y, como años atrás, identificará a los pineros por la calidad y utilidad de ese recurso natural.
