Desde que el Cuerpo de Bomberos declaró extinguido el incendio, los trabajadores de Epicol iniciaron las labores de recuperación. Autor: Del Autor Publicado: 13/10/2025 | 11:45 pm
PINAR DEL RÍO.— La madrugada del 11 de octubre parecía una pesadilla para los trabajadores de la Empresa Pesquera Industrial La Coloma (Epicol).
Así cuenta ahora, bajo el sudor y el calor que genera la cercanía al mar, Noel Blanco Rojas, quien trabaja en la línea de la langosta como clasificador desde el año 1987. Él, que además es delegado de la comunidad, recuerda que cerca de las cuatro de la madrugada le avisaron del incendio ocurrido ese amanecer y corrió hasta la entidad.
«La respuesta de los trabajadores no se hizo esperar. Hubo un momento en el que tuve que salir y respirar profundo. Ver cómo se quemaba el lugar en el que trabajo desde hace casi 40 años no era fácil».
A Noel le correspondió también la tarea de explicar a los vecinos que no había peligro de escape de amoniaco, pero que debían estar alertas. Ahora va de un extremo a otro de lo que era —hasta esa madrugada— la línea de procesamiento de la langosta, ayudando a sacar escombros, desechos, a clasificar lo que se quemó completamente y aquello que aún puede servir para algo.
Como él, el resto de los trabajadores se ha sumado a las tareas de recuperación de la mayor industria del país de su tipo.
EMPEZAR DE CERO, ENTRE TODOS
La Coloma parece estar hecha a fuerza de pruebas. Hace apenas tres años el huracán Ian hacía entrada a Pinar del Río por su litoral y arrasaba con toda su furia. Apenas quedaron cubiertas en su sitio y el mar penetró como nunca antes se había visto.
El panorama era desolador. Unos días después ese escenario había cambiado. Con la misma disposición de entonces los trabajadores limpian hoy para borrar las huellas del incendio, una tarea que no será sencilla por la envergadura del siniestro, que duró unas ocho horas en activo.
Según explicó a JR Yordan Nogueira Tapia, director general de la empresa, fue afectada toda el área de cola de la langosta hasta la de recepción, en menor medida el área de conservación de productos, y de los túneles de congelación solo se dañaron las pizarras electrónicas y el cableado.
Especificó que toda la tecnología se afectó, incluyendo las máquinas clasificadora y embolsadora. Se estima una afectación de unos 110 millones de pesos.
Nogueira Tapia informó que los productos que se encontraban en cámara se evacuaron para los camiones refrigerados y este lunes salían para sus destinos previstos.
En estos momentos hay embarcaciones en las zonas de pesca y en la industria hay hielo y agua en la planta de proceso de pescado. Por tanto, las capturas de langosta se deben redirigir hasta las industrias de Batabanó y de Isla de la Juventud, y el resto de las especies se procesará en la propia Coloma, puntualizó.
Sobre la reparación de la línea afectada por las llamas, el Director General precisó que desde el azote de Ian existen intenciones de contrato para la compra de recursos y materiales que facilitarán el montaje y reconstrucción de la línea de la langosta en Epicol: «Sería el momento para hacer un mejor diseño de planta. La que teníamos estaba muy buena, pero la nueva estaría más acorde con las últimas exigencias del mercado internacional», acotó.
A la vez, se revisa con otras empresas del país para lograr la adquisición de estructuras metálicas y cubiertas ligeras, pues son accesorios y recursos que no se deben importar sino fabricarlos aquí.
A su juicio, lo más importante ha sido la respuesta de los trabajadores y la disciplina con la que han asumido las tareas de recuperación: «Si no tuvimos que lamentar una pérdida de vida ni lesionados, no puede ocurrirnos ahora», sentenció.
Por ello se cuida el uso de los medios de protección, sobre todo, de cascos y guantes. En cuanto se pudo acceder a los locales se extrajeron las planchas de zinc quemadas, los escombros, y desde ese momento no se ha parado de trabajar.
Agradeció, además, el apoyo constante de las empresas del Ministerio de la Industria Alimentaria, desde que se supo del incidente.
Yanet de la Fuente Gómez de Molina, directora de Capital Humano, resaltó que los 117 trabajadores de la planta de procesamiento de la langosta estarán sujetos a diferentes alternativas laborales, entre ellas reubicados en otras plantas y brigadas anexas, y aquellos que por algún período de tiempo resulten interruptos recibirán el 60 por ciento de su salario escala.
No obstante, añadió, se revisa, de conjunto con la Dirección de Trabajo en la provincia y el Ministerio de la Industria Alimentaria, aquellas alternativas que la ley permita y los pueda beneficiar.
«En estos días debe llegar un grupo de materias primas para la planta de proceso del pescado, para la elaboración de conformados. Ahí se pueden hacer turnos de trabajo y reincorporar a varios trabajadores. Otros estarían en las propias labores de recuperación y reconstrucción», especificó el Director.
EPICOL DECIDE
Continúan las labores de limpieza y clasificación de los desechos para usar en otros destinos aquello que pueda servir, incluso como materia prima. Foto: Del autor.
La Empresa Pesquera Industrial La Coloma tiene la responsabilidad de capturar el 45 por ciento de la langosta que se procesa en el país y constituye, además, una entidad de referencia a nivel nacional, por su relevancia en la exportación.
En consonancia, la industria de Epicol se había preparado para recibir una inspección de la comunidad europea de forma online. Ya había montado un sistema wifi con niveles de acceso que permitirían ese examen.
Según explicó el director, con este fin estaban instaladas las pizarras nuevas con detectores de amoniaco y controladores de temperatura monitoreados desde la planta de hielo.
Ello confirma la importancia de la entidad en el país, a partir de las condiciones estructurales de su industria y la calidad de los procesos.
Si en estos momentos no se captura más langosta, comenta el Director, se debe a la poca manifestación de la especie, lo cual ha sido confirmado por el Centro de Investigaciones Pesqueras.
El cambio climático, las altas temperaturas en el mar, las afectaciones que tienen los fondos marinos por el embate de los huracanes y la ausencia de refugios naturales, propician que la langosta se vaya a otras zonas más profundas, a las que no podemos llegar con nuestras artes de pesca, aunque ya hay pronunciamientos al respecto.
También el combustible ha tenido sus limitaciones a partir de las propias necesidades del país, aun cuando el esquema de financiamiento facilita su compra.
Pero en Epicol no solo deciden sus producciones, reconocidas en todo el mundo; en esta empresa decide su gente, esa que se incorporó desde el sábado pasado a limpiar su empresa, a borrar el tizne y el hollín que dejó el incendio.
De un túnel sale sigiloso Alberto Gandoy Menéndez, Héroe del Trabajo de la República de Cuba: «Mi brigada está laborando en la sala D del hospital Abel Santamaría apoyando en su restauración, pero desde el sábado estamos aquí. Y escuche, periodista, llama la atención, vamos a reconstruir esta industria con sudor y esfuerzo y nos va a quedar más bonita».