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Si bien las aguas ya estaban «moviditas» luego de que hace poco más de una semana la Federación Internacional de Natación (FINA) anunciara el aplazamiento del Mundial de Fukuoka, a celebrarse a mediados de este año, debido a la situación epidemiológica de Japón, ahora las olas casi tocan las nubes, tras el sorpresivo anuncio del ente rector de celebrar, en Junio, un evento del orbe en Budapest, Hungría.
Desde hace meses se rumoraba ya la posibilidad de cambiar las fechas del evento nipón, y se daba por sentado que no se realizaría. No obstante, no fue hasta inicios de este mes que se tomó la decisión del aplazamiento.
El asunto es que la nueva noticia, hecha pública la víspera por la FINA y el primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha tomado por sorpresa a muchas federaciones, que tendrán que reajustar sus calendarios en pos de acomodar una cita del orbe con la cual no se contaba ya.
La FINA, que tiene bajo su tutela al polo acuático, los clavados, la natación en piscinas y en aguas abiertas así como la natación artística, ha provocado con su decisión que se desarrollen cuatro mundiales de manera consecutiva (Budapest 2022, Fukuoka 2023, Doha 2024 —este último evento retrasado también desde su fecha inicial en 2023— y Kazán 2025).
Esta sobrecarga competitiva ha sido criticada ya por varias federaciones nacionales, que esgrimen el hecho de que se ha pasado de tener 12 competiciones importantes pactadas para desarrollarse en un período de cinco años (de 2020 a 2024, a razón de dos por año, menos los años olímpicos, con tres) a, de repente, efectuar 13 eventos en cuatro años.
Ahora, la planificación de la temporada de los atletas se sacude, toda vez que, por ejemplo, inmediatamente después del nuevo Mundial los deportistas europeos tendrían que volver a lanzarse a las piscinas, en el Campeonato de Europa, en Roma, del 11 al 21 de agosto.
En nuestro continente, por otro lado, el evento clasificatorio mundialista femenino de polo acuático, pactado para marzo en Río de Janeiro, Brasil, fue aplazado.
Ahora, luego de este «apretón», el calendario queda más concentrado que un jugo de naranja agria sin agua, de camino a la cita estival de París, en 2024. Según la página oficial de la FINA, la hoja de ruta muestra que tras el Mundial de Budapest y el Europeo de Roma, vienen el Campeonato del Mundo de piscina corta de Kazán en diciembre, el Campeonato del Mundo de Fukuoka (Julio 2023), el Campeonato de Europa de piscina corta de Rumanía (Finales 2023), el Campeonato del Mundo de Doha (Enero 2024) y el Campeonato de Europa de Kazán, poco antes de encenderse el pebetero en la Ciudad Luz. Todo esto, claro está, con competiciones nacionales y otras de menor rango de por medio.
