El dignatario expresó a Su Alteza Real que conoce del interés de ella por los temas de la infancia Autor: Estudios Revolución Publicado: 17/05/2025 | 11:01 pm
Una cálida bienvenida, y la valoración explícita de que era un «placer poder saludarla», ofreció en la tarde de este sábado el Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a Su Alteza Real Carolina, Princesa de Mónaco y de Hannover, quien se encuentra de visita oficial en la Mayor de las Antillas.
En el capitalino Palacio de las Convenciones, el Jefe de Estado comentó a la visitante estar al tanto de la intensidad de su agenda en Cuba; y seguidamente enunció: «Nosotros queremos expresarle que agradecemos mucho toda la intención y el empeño de la Casa Real de Mónaco, y en particular de usted, por estrechar las relaciones, los vínculos culturales entre Cuba y el Principado de Mónaco».
El dignatario expresó a Su Alteza Real que conoce del interés de ella por los temas de la infancia. «En eso también tenemos una enorme coincidencia», comentó; y dijo que en «estos momentos hemos aprobado una Política de niñez, juventud y adolescencia que se debe convertir en ley, a finales de este año», en la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Díaz-Canel quiso aprovechar la ocasión de la visita «para enviar un afectuoso saludo al Príncipe Alberto II de Mónaco, y ratificarle la invitación que le hemos hecho para que visite Cuba».
Por su parte, la también Presidenta del Ballet de Montecarlo dijo a su interlocutor: «Es un honor para mí regresar a Cuba. Hace diez años de mi última visita y también, en aquella ocasión, vinimos para presentar un espectáculo de ballet».
Ella recordó que en aquel momento «establecimos lazos muy hermosos, tanto con el Ballet Nacional de Cuba como con la Escuela Nacional de Danza; y durante estos diez años hemos ido reforzando esos lazos de cooperación.
«Nosotros —resaltó— hemos visto toda la riqueza que tiene Cuba con su juventud, sobre todo la juventud que está implicada en los proyectos culturales y artísticos; y a través del lenguaje de la danza, que es universal, hemos podido estrechar nuestros vínculos y brindar apoyo para el desarrollo de la danza en Cuba».
Su Alteza Real utilizó una bella imagen que a todas luces emparenta a las dos naciones: «Ustedes conocen, recordó, que Mónaco es el segundo país más pequeño del mundo, después del Vaticano». Lo dijo para luego evocar una certeza de su padre, según la cual «ser un país pequeño no nos impide hacer grandes obras. Por eso siempre hemos tratado de llevar adelante toda la obra de la paz, la cultura, las artes, y tratar de hacer florecer estas manifestaciones».
Carolina hizo alusión al proyecto de Ley que en Cuba tiene que ver con las nuevas generaciones, comentó que una de sus motivaciones esenciales es el interés por la infancia; y razonó que el texto de esa futura ley pudiera servir de modelo para otros países en lo concerniente a la protección y al desarrollo de los más pequeños.
Este viernes la princesa de Hannover asistió a la presentación del Ballet de Montecarlo en el Teatro Nacional de Cuba. Y otro momento relevante tuvo lugar este sábado en la Casa Guayasamín de La Habana colonial, donde la Princesa Carolina de Mónaco donó a esa institución el retrato que a ella le hiciera el inolvidable pintor ecuatoriano.
En el encuentro acontecido en la tarde de este sábado en uno de los recintos del Palacio de las Convenciones, se encontraban presentes por la parte cubana, además, el ministro de Cultura, Alpidio Alonso Grau, y la Primera Bailarina y directora general del Ballet Nacional de Cuba, Viengsay Valdés.