Cada vez es más obvio que el tema de los medios de comunicación tiene que ver con el futuro de nuestras democracias: una dictadura mediática intenta suplantar a las dictaduras militares de pasadas décadas.
¿Podría Michael Moore acabar en la cárcel? No se trata del título de su próxima película. Ni de una campaña de promoción de su último filme. El polémico e irreverente cineasta ha violado las leyes de comercio de Estados Unidos al viajar a Cuba para filmar parte de su nuevo trabajo. Sicko ha llegado a las salas de Nueva York con una gran ovación, una semana antes de la fecha prevista para su estreno, el día 29. ¿La razón? Hay para elegir. La oficial: las expectativas eran tan altas que se anticipó un pase para los neoyorquinos. La oficiosa: el temor de Moore a que la película no llegue a estrenarse si el Departamento del Tesoro dicta el embargo de la obra. Ante esta posibilidad, el director confirma a este periódico que ha puesto una copia a buen recaudo en Canadá.
Aquel preuniversitario, en los cinco minutos del cambio de turno, era un clásico salón de baile. Desde décimo grado, muchos preferían tomar en serio cada paso o movimiento al compás de un buen son cubano, que ponerse en la piel de los espectadores. Aquello solía ponerse bueno, pues en solo 300 segundos, eran varias las coreografías ensayadas para luego estrenarlas en la recreación de los miércoles frente a toda la escuela.
Jamás olvidaré las largas sesiones a las que sometí a mis padres. Estas comenzaron la tarde en que me estrené de pionera. Había aprendido en la escuela una larga frase para la altura de mis cinco años: «Pioneros por el comunismo, seremos como el Che». Preguntaba qué quería decir todo y para qué serviría repetirla cada día, antes de entrar a aprender, y con aquel amarre azul celeste sobre mis hombros.
Mi más temprano recuerdo de Vilma Espín está asociado a una tarde de mi escuela primaria en Sancti Spíritus, una de las primeras villas fundadas por los españoles en Cuba, que a no ser porque en 1977 se hizo una nueva división político administrativa de la Isla, seguiría siendo una suerte de aldea de Bernarda Alba y no la capital de la provincia que hoy es. Allí, como en todas partes de mi país en la década de los años 70, las historias de la Sierra Maestra y de la lucha clandestina en La Habana y Santiago contra la tiranía de Batista eran nuestra Ilíada y la maestra nos las contaba por iniciativa propia como si las estuviera viviendo otra vez.
Serrat y Sabina hacen de las suyas en una gira que emprenden juntos
Hace pocos días la página web de la BBC publicó una extensa entrevista con el reguetonero número uno del planeta, Daddy Yankee, en la cual el hombre recitó de carretilla su monserga ultramachista, demagógica y manipuladora sobre la calle, el dinero, las mujeres, la «autenticidad»...
«Brother, échame un looking al aparato, que anoche se puso sanci con un bajón de corriente y se ñampió completo».
Una calle de Centro Habana, estrecha y húmeda de sombras a tan tempranas horas. Una pareja viene de frente, en una pequeña moto. Por la acera izquierda, una muchacha, y un poco más adelante, libre, su perro Rottweiler.
El ex presidente español José María Aznar y el presidente del canal de televisión venezolano RCTV Marcel Granier han vuelto a trabajar unidos, tras su colaboración conjunta en el golpe de Estado contra Chávez en abril del año 2002.