Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Ofrendas por la justicia

Casi 400 objetos dedicados al Che, con valor sentimental para quienes realizan el tributo, se conservan en el Monumento de Santa Clara

Autor:

Nelson García Santos

A pocos días de llegar  los restos del Comandante Che Guevara al Monumento, en 1997, comenzó este tipo de tributo. SANTA CLARA.— En el Complejo Escultórico Comandante Ernesto Che Guevara, de esta ciudad, muchos asumen el tributo al héroe como si fuera un santo al que traen ofrendas y piden milagros. Llegan desde diversas latitudes a mostrar, a su manera, su cariño y admiración.

La decisión de los que así actúan se respeta, porque agradecen cuando ven realizado un anhelo, nacido a miles de kilómetros de distancia.

A pocos días de llegar los restos del Comandante Che Guevara al Monumento, en 1997, comenzó este tipo de tributo, que consiste en dejarle algo muy íntimo y querido, de un valor sentimental, para que repose a los pies del héroe.

Cerca de 400 objetos conforman el muestrario de ofrendas, entre los que se encuentran velas, collares, pulsos, poemas, banderas, un reloj y hasta canciones escritas en papel.

Siempre esperan el momento de estar frente al nicho que guarda los restos del Guerrillero Heroico para, luego de permanecer en silencio, obviamente en un gesto de invocación, expresar el deseo de depositarlas.

Entonces se les explica el porqué no deben colocar allí las prendas y se les ofrece la posibilidad de guardarlas en otra dependencia del complejo escultórico. Si aceptan, como suele ocurrir, hacen una entrega oficial a la institución, que pasa a conservarlas.

Cerca de 400 objetos conforman el muestrario de ofrendas depositadas al Guerrillero Heroico en su monumento en Santa Clara. Foto: Jorge Blanco Ruíz Un encargo sagrado

Cada objeto posee su historia. Un buen día un chileno depositó dos llaves. Cuando indagaron el porqué de ese gesto, respondió que eran las que abrían la celda donde guardó prisión por luchar contra la dictadura de Pinochet, e hizo la promesa de que cuando estuviera libre se las llevaría como ofrenda. Escribió esta dedicatoria: Che, Comandante, recíbelas con mucho cariño; un abrazo de Chile.

Hay otras anécdotas tristes, como la de un matrimonio alemán que gracias a una organización de solidaridad con Cuba pudo viajar a Santa Clara para cumplir un encargo sagrado de su hija Julia Lorez, muerta a los 17 años.

Esta les había dicho a sus padres que si ella moría debían depositar ante los restos de Guevara un recipiente de cerámica, una foto suya y un poema.

Los padres lloraron el día que cumplieron la petición de su hija, pero les reconfortó haber cumplido el compromiso, según expresaron.

El alcalde de la ciudad griega de Byron le trajo al Comandante Guevara un escudo de esa localidad. Y alegó que lo hacía porque el gran poeta inglés luchó por la libertad de Grecia, y fue un internacionalista como el Che: «Ese hombre que merece honor por sus ideas», dejó consignado en el libro de visitantes.

Yaneski Gutiérrez Fernández, especialista del Complejo Escultural, realizó un trabajo científico para proponer que dichos objetos formen parte de la colección museable para integrar el fondo denominado Tributo.

Destacó que muchos de los materiales tienen gran valor sentimental y hasta artístico, lo que indica que se podría, incluso, exponerlos al público.

Gutiérrez Fernández contó que ver esos objetos le impresiona sobremanera, pues reafirman los sentimientos de cariño hacia el Che, confirmados en la sostenida peregrinación hacia el Memorial.

  Frente al nicho

El momento más solemne e íntimo que viven los visitantes al Complejo Escultórico transcurre en el recinto donde reposan los restos del Che y sus compañeros de la gesta de Bolivia, un escenario sencillo que semeja la selva boliviana y en el cual flamea la llama eterna a la memoria de los guerrilleros.

Frente al nicho del Comandante Guevara, todo el que llega se mantiene en silencio: hay a quienes les brotan las lágrimas, parejas que se abrazan o susurran, y otros que muestran en sus rostros signos de abatimiento.

Cada cual asume el tributo al Che a su manera, pero a todos los mueve y conmueve un profundo cariño hacia aquel hombre que ligó su destino con los pobres de la tierra.

Allí todos se expresan armónicamente, independientemente a sus creencias, porque en el mismo instante en que afuera, en la Plaza, grupos de trabajadores enarbolan sus compromisos concretos para producir más sobre la base del trabajo; adentro, en el recinto sagrado, puede haber alguien pidiéndole un milagro, en un gesto de fe.

  Más de dos millones de visitantes Con el paso de los años el Complejo Escultórico se convirtió, a nivel internacional, en el lugar ideal para rendir homenaje al Comandante Guevara y conocer más sobre su vida y obra.Desde 1989 hasta la fecha, más de 2 200 000 personas acudieron al Memorial, una cifra considerable, revela Fe García Hernández, directora de la institución.Vale destacar que de ese total, 1 068 160 fueron extranjeros, la mayoría procedentes de Italia, España, Alemania, Francia, Holanda, Argentina y Venezuela.Resulta relevante que desde enero hasta mayo último acudieron más de 120 500 visitantes foráneos y nacionales, una cifra superior en 10 000 a igual lapso del pasado año.Según Fe, el aumento obedeció al interés de acudir a rendir tributo al Che en ocasión del aniversario 80 de su natalicio.  Un amplio programa se desarrolló en saludo a la efeméride, con celebraciones en los municipios de Manicaragua, Ranchuelo, Santa Clara y centros de estudio y trabajo de la provincia y del país.Además, se desarrollaron encuentros científicos sobre la vida y obra revolucionaria del Che; una reflexión y debate sobre él con jóvenes extranjeros que estudian en la provincia y proyecciones de video sobre facetas del Héroe y atendieron a los círculos de interés.  El Complejo está formado por la Plaza, donde se realizan actividades políticas y culturales, con una capacidad para más de 80 000 personas; la tribuna que cuenta con los murales donde se aprecian diferentes etapas de lucha en la Sierra Maestra, de la invasión de las columnas rebeldes al occidente del país, y el Che en el Escambray y finalmente la Batalla de Santa Clara. Mediante fotos, objetos personales, mapas y otros documentos en el museo se muestran distintas facetas desde la niñez del héroe hasta propiamente su obra revolucionaria.El Monumento al Che, obra del escultor cubano José Delarra, está formado por la estatua en bronce del Comandante Ernesto Che Guevara, que se levanta sobre un pedestal de 16 metros de alto y está orientada hacia el sur de nuestra América.

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