Pero algunos no acaban de entender que los tiempos son otros. No sé si la relación del embajador estadounidense con las fuerzas opositoras a la legalidad en Honduras avanzó más de lo que Obama des...
Los gorilas que en la madrugada de este domingo secuestraron al presidente hondureño Manuel Zelaya ocultaban sus rostros. ¿Qué querrían dejar en lo oscuro? ¿Acaso el miedo o la ignorancia ante la barbaridad que estaban perpetrando, mientras se encomendaban a jefes que tampoco habían dado la cara?
México, 28 jun (PL) Hace justamente 15 días llamábamos la atención sobre lo que estaba sucediendo en Honduras, donde el gobierno democráticamente electo del presidente Manuel Zelaya enfrentaba una embestida tanto de los grupos empresariales nacionales y extranjeros, así como de los sectores más retrógrados de su país, debido a su convocatoria a una consulta ciudadana.
—A ver, amiguito, dime a quién pertenecen estos versos: «¡Vaya la niña divina!”/ Dice el padre, y le da un beso:/ Vaya mi pájaro preso/ A buscarme arena fina».
Como quien ve caer una estrella fugaz y no alcanza a pedir un deseo pues quiere ver el brillo misterioso en medio de la noche, así me sentí cuando supe que Michael Jackson, «el rey del pop», había muerto este jueves. Su corazón se detuvo y no quiso seguir andando a pesar de que durante una hora un grupo de paramédicos luchó, imagino cómo, porque el miocardio recobrara el paso.
«Deme 70», dijo el hombre. La dependienta, sin chistar ni maullar, le respondió: «Abra el nailon» y le despachó las siete decenas de dulces. No hubo asombros; más bien gotearon las sonrisas cómplices en la escena.
Muy pocos de mis compatriotas necesitarán que uno les defina el signo de esta etapa: la restricción. Más bien podrían replicarme con esa popular fórmula: «¿Nos lo dice o nos lo pregunta?». Lo digo, cierto. Pero quisiera preguntar, en cambio, si estamos asumiendo recta y no torcidamente las perturbaciones de los tiempos. Quizá varios empleados de un encristalado banco ahora sin climatización parte del día, o cualquier dependiente de una también hermetizada tienda —trabajadores que ya a media mañana han soltado con el sudor casi toda su capacidad productiva en la jornada— me miren con ojo ladeado y comenten: adivine...
De seguro todos recuerdan el cuento donde la esposa sorprende al marido con una esplendorosa rubia sentada en sus piernas y este, más sorprendido aún, responde: ¡No me lo vas a creer!, la historia no refiere el final, póngale usted el que mejor le acomode de acuerdo con su experiencia.
SANTA CLARA.— ¿Cómo es posible que con las altas temperaturas que hay se transporten desde los centros de producción los ahumados y embutidos en las camas de los camiones. Y después bicicleta, carretones o lo que aparezca, para los centros de venta?
El pasado 15 de junio, los magistrados del Tribunal Supremo de EE.UU. escribieron otra vergonzosa página en la historia, al decir NO al llamado de una decena de premios Nobel, parlamentarios, académicos y miles de personalidades de todo el mundo para que a los cinco cubanos presos en EE.UU. se les sometiera a un nuevo y justo juicio fuera de Miami, con todas las garantías procesales.