Entre la humareda negra con olor a plomo y el caos en Berlín, y una ciudad devastada por la guerra, se abría paso desde lo alto del edificio Reichstang en mayo de 1945 la bandera de la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Sobre la urbe doblegada ondeaba el estandarte de la hoz y el martillo, como símbolo inobjetable de la derrota de la Alemania Nazi frente al empuje del Ejército Rojo.
Dicen que fueron días alegres, con gente en las calles que bailaban y se besaban. En Nueva York un fotógrafo podía pedirle a una muchacha que se dejara besar por un soldado que no conocía para luego poder tomar una de las fotos más emblemáticas de aquellos tiempos. En un Berlín en ruinas, sus habitantes sentían el sobrecogimiento que aparece cuando lo peor ya había pasado; y así se asomaban a las ventanas para ver el amanecer de un nuevo día.
A solo horas de vivir uno de los momentos más importantes en muchas familias cubanas, el sueño queda relegado a fin de volver una y otra vez sobre los contenidos que pudieran medir si se está apto o no para obtener la carrera universitaria soñada, o como mínimo solicitada.
LAS buenas maneras de la presidenta Claudia Sheinbaum y su apuesta firme por el diálogo, han evitado un desencuentro con su homólogo estadounidense Donald Trump; pero las amenazas siguen planeando sobre la nación mexicana.
Hoy, al conmemorar el natalicio de Carlos Marx, es imperativo reconocer que su pensamiento sigue siendo una de las herramientas más poderosas para comprender las contradicciones del presente y orientarnos hacia la transformación de la realidad. En un contexto global marcado por la crisis del capitalismo, las desigualdades crecientes y la reconfiguración del poder en formas cada vez más complejas, la obra de Marx sigue siendo un faro fundamental para aquellos que luchan por una sociedad más justa, libre y democrática. La cuestión central no es si el marxismo sigue siendo válido, sino cómo podemos revitalizarlo y darle un nuevo impulso para enfrentar los desafíos contemporáneos.
Si pudiera escribir como componía Formell. Si así fuera, esta crónica fluiría en torrente, de un tirón, como vibraban las cuerdas del bajo del célebre músico cubano, para llevar las notas del pentagrama a las calles del país, al solar, a todos los espacios: del filin más íntimo a la más solariega de las guarachas.
El semáforo cambió de luces, pero estoy atascada. Ya recorrí casi todo el contén de la acera situada en la Avenida 23, entre P y Malecón, y no apareció lo que tanto buscaba: una rampa que me permitiese acceder a la vereda. En este punto, mi silla de ruedas eléctrica no parece tan útil como antes. No hay más opción que esperar por la ayuda de alguien.
A Cuba, entre muchos otros, la asola «el mal de los primeros días». Este fenómeno se observa en diversos procesos, donde se presenta una mejora o cambio aparente, a menudo, tras la visita de algún directivo o al inicio de un proyecto. Sin embargo, la ilusión de progreso es momentánea; con el tiempo, el deterioro se manifiesta.
Los investigadores del asunto lo han revelado este lunes su el gasto militar mundial alcanzó 2,7 billones de dólares en 2024, el mayor aumento desde la llamada Guerra Fría. Por supuesto, Estados Unidos ahí sí tiene el uno y sigue propiciando el incremento de las tensiones, en definitiva es ganancia para sus industrias bélicas.