Cuando escuchamos «normalizar», tendemos a analizar la cara más agradable de una moneda y a pensar en la ruptura de tabúes arcaicos que, como la discriminación por motivos raciales, de sexo o género, no deberían tener lugar en un mundo respetuoso.
Tronó en X Elon Musk, investido como secretario para la Eficiencia Gubernamental: «Ha llegado el momento de que Usaid muera». Sus palabras resonaron como el presagio de una tormenta inminente. Poco después, Donald Trump, en su primer día de regreso en la Casa Blanca, ordenó suspender por tres meses casi toda la asistencia exterior estadounidense, especialmente la de la Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional (Usaid).
Toc, toc. Así puede simularse el sonido del toque de una puerta de la forma, quizá, más evidente posible. Sin embargo, hay toques mucho más fuertes y compactos que enrojecen los nudillos de los dedos, como también otros más leves, tímidos y sostenidos que esperan una respuesta en la imaginación del habitante.
La fiesta más importante en la industria musical, los Premios Grammy 2025, fue, como de costumbre, una ocasión memorable. Numerosos artistas, principalmente del mundo angloparlante, se reunieron para mostrar lo mejor de sí, y ¿por qué no?, también para dar de qué hablar.
Los primeros autos entraron al recinto; pero él no venía en ellos. Casi de inmediato, un segundo grupo de transportes llegó a toda velocidad, y el equipo principal de la escolta desmontó con rapidez.
No se sabe hasta dónde las grietas que empiezan a verse en la pared conformada por lo que llamamos Occidente, pudieran dañar las posiciones comunes con que esos países sostienen el injusto orden internacional.
Basta revisar algunas cuartillas históricas para saber que, en Cuba, no se come miedo. En esta tierra heroica su pueblo llegó a incendiar una ciudad para salvar la vergüenza de la Isla, estampó luego la Revolución a golpe de metralla y hoy, más que todo, poseemos el Récord Guinness a la resistencia frente al imperio moderno. Somos un pueblo noble, humanista y persistente, pero que no tolera nunca, bajo ningún concepto, que lo amenacen.
«La mayoría de los jóvenes no leen libros, solo andan pegados a sus celulares sin poder siquiera destinar más de dos minutos a un video». «Mis alumnos no quieren leer La Ilíada, ni El Reino de este mundo, ni el Cantar del mio Cid». «Mientras más breve un libro, más posibilidades de ser leído en estos tiempos…».
Dicen por ahí que febrero es el mes del amor, y ciertamente las personas suelen ver las fechas cercanas al 14 de febrero como las propicias para entregar regalos, postales o decirse cuánto se estiman, aman, quieren y todo aquello que esté ligado a ese sentimiento especial que nos hace diferentes del resto de los animales.
No es nueva la idea del cambio en la prensa cubana. La Revolución que la refundó después de 1959, para quitársela a las élites venales, entreguistas y corruptas y ponerla en manos del pueblo, para darle el poder de la libertad de expresión que nunca había tenido, cambia ella misma, y para hacerlo necesita de la más urgente transformación de su sistema mediático, como parte del sistema comunicacional del país.