EL 2025 debería nombrarse Año de la Resiliencia. Sucesos predecibles (o no) sacaron con fuerza de lo más profundo del pueblo de Cuba esa capacidad humana de sobreponerse ante las adversidades. Y no solo levantarse y sacudirse, sino adaptar contextos, incluso los inimaginados, y convertirlos en nuevas realidades de vida.
Con el permiso de todos y que nadie se ponga bravo, pero hoy venimos a brindar. A levantar lo que se tenga a mano (ron bueno o del malo, vino tino o con estilo a vinagre, lo que sea) por el año que se va y por el que viene. Y usted, que de seguro se encuentra en apagón o se ha pasado los días sacando más cuentas que Albert Einstein para ver si la cosa alcanza para una comida decente, se preguntará si uno se ha vuelto cínico o está loco.
El Grupo de los 20 (G20), foro que reúne las principales economías del planeta, se ha convertido en el epicentro de una fractura geopolítica de gran calado. Este espacio, creado para garantizar la estabilidad económica global mediante el consenso entre naciones que representan más del 85 por ciento del PIB mundial, ha vivido, sin embargo, un episodio sin precedentes que amenaza su cohesión.
El pasado 1ro. de octubre, desde San Antonio de los Baños, en la provincia de Artemisa, Maykel Hernández Rodríguez contó aquí que el 1ro. de agosto de 2024 él se presentó en la oficina de la Empresa Eléctrica a solicitar la instalación de un medidor eléctrico o metrocontador de 220 voltios, para un equipo de refrigeración adquirido legalmente en una tienda en su propio municipio.
Con este nombre ha bautizado mi amigo Floro el legado que nos deja, luego de una investigación realizada, sobre las bases de su experiencia personal, en este año que está por concluir.
Revisar las libretas escolares es un ritual familiar que atraviesa generaciones. Se examinan con detenimiento los ejercicios de matemáticas, se corrige la caligrafía en español, se repasan las fechas de las guerras de independencia en historia. Sin embargo, entre ese conjunto de saberes hay una ausencia que pasa desapercibida, una pregunta que a menudo queda suspendida en el aire: «¿Y la libreta de Cívica?». La respuesta es un bostezo resignado: «Está atrás, en la misma de Historia, pero no hemos dado clases».
Cerrando el año 2025 me he sentido animado a compartir algunas sugerencias personales y profesionales, como sicólogo, que considero útiles para entrar en el difícil camino de 2026. El paso de un año a otro tiene un valor simbólico de cambio indudable. Pero no nos confundamos. Los cambios no vendrán por la simple modificación de un número. Ni tan siquiera por tener claro donde estamos y a dónde queremos llegar, cosa esta que es de gran ayuda. Los actores del cambio no son ni tan siquiera las miradas estratégicas. No. Los actores somos nosotros. Cada uno de nosotros.
Creo que Rilke tenía razón cuando dijo que la verdadera Patria es la infancia. Hay, sin duda, en ese lugar mágico de nuestra memoria, algo único que nos define como individuos, como miembros de una familia, de una comunidad, de una generación, de una historia.
Poco resta para dejar atrás al último mes de 2025. No ha sido un período fácil para Cuba, eso es cierto. Pero ha confirmado la capacidad de adaptación, creatividad y empeño de «echar pa’lante» que muchas veces salvó una jornada compleja o hizo más llevadera alguna dificultad.
Entre alegrías, retos y ausencias, esta Isl...
En los últimos días de diciembre, hay un ritual que se repite en los barrios de Cuba: ir a la peluquería. No es solo buscar un corte o un tinte; es encontrar un espejo que devuelva, aunque sea por un instante, la imagen de una misma renovada. La peluquería se convierte entonces en un punto de encuentro donde, entre mechones que caen y risas que se comparten, las cubanas peinan las esperanzas y desenredan los nudos de un año intenso.