Poco resta para dejar atrás al último mes de 2025. No ha sido un período fácil para Cuba, eso es cierto. Pero ha confirmado la capacidad de adaptación, creatividad y empeño de «echar pa’lante» que muchas veces salvó una jornada compleja o hizo más llevadera alguna dificultad.
Entre alegrías, retos y ausencias, esta Isl...
En los últimos días de diciembre, hay un ritual que se repite en los barrios de Cuba: ir a la peluquería. No es solo buscar un corte o un tinte; es encontrar un espejo que devuelva, aunque sea por un instante, la imagen de una misma renovada. La peluquería se convierte entonces en un punto de encuentro donde, entre mechones que caen y risas que se comparten, las cubanas peinan las esperanzas y desenredan los nudos de un año intenso.
Los «tres cubanos locos» andan desatados. Durante años, Mario Díaz-Balart, María Elvira Salazar y Carlos Giménez se han presentado en el Congreso de Estados Unidos como un bloque cubanoamericano cohesivo: línea dura contra los gobiernos que llaman «totalitarios», aplauso a las sanciones y defensa pública de medidas draconianas, difícilmente admisibles en un contexto verdaderamente democrático.
Adora las trifulcas, parecen ser su adrenalina. Cuando parecía que aquellas primeras demenciales propuestas de su primer mes en Casa Blanca-Segunda Temporada, de apoderarse —por compra o botín— de Canadá, Panamá y Groenlandia se habían esfumado en el imaginario de Donald Trump, vuelve ahora a las andadas con el anuncio del nombramiento de un enviado especial de EE. UU. a Groenlandia —la vasta isla ártica que es parte autónoma del reino de Dinamarca, aunque dependiente en defensa y diplomacia.
Con el paso del tiempo me convenzo más de que hay pasajes de nuestra memoria nacional que necesitan ser despojados de la cáscara gris de la repetición. Son hechos que piden a gritos un relato que despierte la piel y se conecten con los sentimientos.
Diciembre siempre llega sin avisar mientras una está distraída. De pronto aparece el último mes como un recordatorio, no solo de lo que pasó, sino de lo que no pasó o queda por hacer. De los planes que quedaron a medias, de los deseos que nos habita.
El vicio de las «fuentes anónimas» en la guerra de Estados Unidos contra Venezuela ha convertido la mentira en un santuario cómodo y rentable. Bien lo advirtió Montaigne hace siglos: «El deterioro de la verdad tiene miles de aspectos y un campo indefinido. Los pitagóricos afirman que el bien es cierto y finito; el mal, infinito e incierto».
Desde hace varias semanas ha sido noticia el seguimiento a los casos de arbovirosis. Y se dice noticia por lo nuevo; porque lo que ya no resultaba novedoso, sino bastante tormentoso, es el estado de los desechos en ciudades y localidades del país.